El Escuadrón Suicida no se salva ni con James Gunn

El Escuadrón Suicida -no confundir con Escuadrón Suicida (2016), notad la diferencia por la presencia del artículo determinado- se estrenó en los cines a principios de agosto de este año. Dirigida por James Gunn, responsable de la saga Guardianes de la Galaxia de Marvel, es la apuesta de la Warner y DC para dotar de nueva vida y darle otra oportunidad a este grupo de antihéroes tras el rotundo fracaso de su predecesora de 2016.

La cinta cuenta con varios elementos de innegable atractivo. En primer lugar la presencia en la dirección de Gunn que, como he comentado, es un fichaje estrella que demuestra el interés de Warner por hacer una película atractiva. Este director, de hecho, ha entregado algunos de los productos más aceptables y entretenidos del MCU, lo cual sin duda tiene su mérito.

En segundo lugar, cómo no, la presencia una vez más de Margot Robbie como Harley Quinn, el personaje más interesante de lejos de entre toda esta pandilla -y que ya tuvo su propia película en Aves de Presa (2020)-. Pero también suma contar con Idris Elba como Bloodsport, a la postre el protagonista de la película.

Por último, una apuesta por un sentido del humor no más adulto, pero sí más explícito y gamberro convierte a El Escuadrón Suicida en una película algo diferente dentro del género. Es de agradecer que se le diera rienda libre a Gunn para poder llegar más lejos de lo que jamás le permitirían en el blanco Universo Cinematográfico de Marvel.

Con estos mimbres se daba el punto de partida con todo lo necesario para hacer por fin, y esta vez sí de verdad de la buena, una película entretenida y, cuando menos, decente, en el universo DC. Así lo ha entendido la mayoría del público, que la ha recibido en general muy positivamente, por lo que podemos decir que, para la productora, ha sido un éxito.

Sin embargo, El Escuadrón Suicida es en realidad otro quiero y no puedo que no se diferencia sustancialmente del resto de bodrios producidos por Warner y DC. La historia es un despropósito tan excesivo como vulgar, que se ve y se olvida con el mismo desinterés. El sentido del humor es grosero y, en realidad, sin gracia a pesar de algún que otro momento simpático suelto.

Lo mejor de la película es Idris Elba, que es el que dota con su sola presencia de algo de solidez al relato. Pero, como siempre, Margot Robbie, que es una actriz estupenda -como nos demostró en películas como Yo, Tonya (2017)- y su maravilloso personaje Harley Quinn están otra vez completamente desperdiciadas. Normal que Robbie haya anunciado que va a aparcar a este personaje. En DC han tenido por tres veces la oportunidad de hacer algo bueno con este estupendo material y lo han arruinado todas ellas. Algo así como lo que les ocurre una y otra vez con Batman.

A pesar de las ganas de los fans por obtener por fin una buena película de DC, y de que la presencia en la dirección de Gunn apuntara a que esta vez podría ser así, lo cierto es que El Escuadrón Suicida es otro fracaso más de DC, que por más que intenta parecerse a Marvel -hasta contratando a sus mismos directores- no consigue llegar más que a ser una mala copia.

El Escuadrón Suicida
4.9 Puntuación total
Pros
- Un sentido del humor más suelto y gamberro de lo habitual en el género
Contras
- Una trama absurda y olvidable
- Margot Robbie como Harley Quinn está totalmente desperdiciada. Otra vez.
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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