Mujercitas es una excelente revisión a la vez clásica y moderna
Greta Gerwig está recibiendo muy buenas opiniones de crítica y público por su versión de Mujercitas. Gerwig, a la que conocemos principalmente por su trabajo como actriz, se demostró como una gran directora de cine con su debut cinematrográfico Lady Bird (2017).
Lo primero que cabe preguntarse es: ¿era necesario hacer otra revisión más de Mujercitas en el cine? La respuesta seguramente es: no. La novela de Louisa May Alcott ha sido llevada a la gran pantalla un buen puñado de veces. Por alguna razón parece que cada generación tiene que tener su versión de Mujercitas. Recuerdo especialmente la de George Cukor de 1933 con Katharine Hepburn en el papel de Jo, y la de Gillian Armstrong de 1994 con Winona Ryder en ese mismo rol.
Por mucho que se quiera, poco se puede aportar a una de las historias más trilladas en el cine y la televisión. Sin embargo Greta Gerwig, que también se encarga del guion, se empeña en dotarla de su propia visión y en general lo consigue con solvencia.
Para ello Gerwig opta por un relato algo desestructurado plagado de continuos flashbacks y flashforwards. Pretende dotar de dinamismo a una historia que sabe perfectamente que el público conoce, donde no va a haber sorpresas, y que contada de forma lineal podría resultar a estas alturas insoportablemente tediosa. Estos saltos temporales se basan en parte también en la continuación de la novela Aquellas Mujercitas (Good Wives, 1869).
Esto que podría resultar confuso, en Mujercitas funciona y transcurre con fluidez. A pesar de ser esta su segunda película como directora en solitario, Gerwig demuestra de sobra su capacidad como guionista y en la dirección. De seguir así su carrera promete ser meteórica.
Esta estructura le permite además introducir pequeños momentos que no están en la obra original para actualizar el discurso de la misma. Recordemos que Mujercitas en su día fue una obra rompedora en cuanto al papel de las mujeres en la sociedad de la época. Por desgracia, la mayoría de interpretaciones posteriores en el cine han caído en la ñoñería y el romanticismo barato. Gerwig pretende huir de eso y recuperar la esencia de la novela dotándola de un discurso feminista más actual. Y en mi opinión lo consigue.
La producción de Mujercitas es impecable. Una excelente fotografía y un manejo de los planos, la cámara y el montaje del mejor nivel. Quizá la escenografía, aunque conseguida, sea lo más limitada del apartado técnico de la película.
En cuanto al reparto solo se puede decir que es espectacular. Cuenta con la actriz y el actor joven más prometedores del momento. Saoirse Ronan es la protagonista absoluta en el papel de Jo y lo hace de maravilla, como ya nos tiene acostumbrados. Ronan ya colaboró con Gerwig en Lady Bird (2017), aunque para mí su mejor papel fue en la estupenda Brooklyn (2015).
Le acompaña, en el papel masculino de Laurie, Timothée Chalamet, otro actor en estado de gracia que saltó a la fama con Call Me By Your Name (2017), pero que también hemos visto últimamente en películas como la mencionada Lady Bird o Día de lluvia en Nueva York (2019) de Woody Allen.
El resto del reparto cuenta con actrices y actores de mucho renombre, como Meryl Streep, Laura Dern, Bob Odenkirk o Louis Garrel, al que vimos hace poco en el papel de Alfred Dreyfus en El Oficial y el Espía de Roman Polanski.
Quiero destacar en especial el gran trabajo de Florence Pugh en el papel de Amy. A Pugh la hemos podido ver recientemente en la perturbadora Midsommar (2019). Como nota ligeramente negativa está Emma Watson como Meg, una actriz mediocre cuyo único mérito es haber participado en la saga de Harry Potter.
En definitiva, Mujercitas de Greta Gerwig es una excelente revisión de la conocida obra con un aire clásico a la vez que moderno y adaptado a los tiempos que corren. La dirección es excelente y no me cabe duda que esta directora dará mucho que hablar en el futuro, en especial si cuenta con guiones más originales y temas menos trillados.
- Saoirse Ronan
- Es una obra muy trillada