Adam McKay vuelve a cometer los mismos errores en No Mires Arriba

No Mires Arriba es la última película del director y guionistas Adam McKay que fue estrenada en cines y en Netflix el pasado mes de diciembre con bastante éxito de público. McKay es conocido por sus comedietas absurdas junto a Will Ferrell y, más recientemente, por su cine de crítica política y social con películas como La Gran Apuesta (2015) y El Vicio del Poder (2018).

No Mires Arriba se encuadra en la misma línea de estas dos últimas. Aunque es sin duda la que tiene un mayor punto de comedia, en el fondo se trata de otra crítica mordaz al sistema político estadounidense que también arrastra los mismos errores que este mismo director comete en sus dos anteriores films.

En esta ocasión, No Mires Arriba se basa en la premisa de que un asteroide se dirige hacia la Tierra con una trayectoria de colisión. Esto destruirá toda la vida del planeta. Sin embargo, ante la evidencia científica hay quien preferirá negarla e, incluso, intentar sacar provecho económico.

Es muy obvio que se trata de una sátira directa de los negacionistas de la COVID-19, los antivacunas y de la administración Trump y su gestión de la crisis sanitaria. Este mensaje crítico está muy bien y es muy acertado. Pero, al igual que le ocurre a McKay en sus otras películas, no acaba justificando la existencia del film en sí mismo. De hecho, de tan evidente, el mensaje se agota muy pronto, y el resto de la película se reduce a una simple sucesión de gags a cual menos afortunado que el anterior.

Una vez agotado el tema principal, No Mires Arriba resulta ser excesivamente larga para lo que nos cuenta. Le sobran fácilmente tres cuartos de hora de metraje. Un problema recurrente en todas las películas de Adam McKay, en especial las que he mencionado al principio. Un pilar básico en las comedias -y esta pretende serlo- es que nunca deben ser muy largas, porque sino en vez de hacer gracia aburren.

No Mires Arriba me recuerda de alguna manera a una mezcla de entre por un lado Mars Attacks! (Tim Burton, 1996), por el tono de comedia disparatada -en ese caso por las reacciones a la llegada de los extraterrestres-; y quizá también porque el papel de Meryl Streep de Presidenta de los EE. UU. me recuerda al de Glenn Close como Primera Dama en la película de Burton. Y por otro lado de la maravillosa Melancolía (Lars von Trier, 2011), en la cual Trier, por motivos más personales, acaba estrellando también un pedrusco contra la Tierra.

Como viene siendo habitual, McKay también se ha rodeado en esta ocasión de un buen número de estrellas. La que hace un mejor trabajo, sin duda alguna, es Jennifer Lawrence en el rol más interesante de toda la película. No me cansaré de decir que es una excelente actriz a la que le faltan papeles de mayor calado para demostrar de lo que es capaz.

En el lado opuesto está Leonardo DiCaprio, en una interpretación horrible y sobreactuada que pretende ser cómica pero no consigue tener la más mínima gracia. Ya vimos en su anterior película Érase una vez en… Hollywood (Quentin Tarantino, 2019) una actuación igual de mala y sobreactuada, lo que nos da una idea de lo en horas bajas que está este actor actualmente.

En cuanto a los secundarios, la más destacable es una casi irreconocible Cate Blanchett en un estupendo papel como la típica presentadora de televisión. Meryl Streep también sobreactúa como la presidenta de los EE. UU.; Jonah Hill hace otra vez de una parodia de sí mismo -parece que repite siempre el mismo papel absurdo-; y Timothée Chalamet y Ron Perlman hacen unos pequeños cameos irrelevantes que recuerdan más al cine de amiguetes de Santiago Segura que a otra cosa.

No Mires Arriba es una acertada crítica a los negacionistas, pero por desgracia su premisa se agota demasiado pronto, la película es muy larga, los gags no tienen gracia y las actuaciones son muy mediocres -a excepción de Lawrence y Blanchett-. Entonces, ¿por qué tanto éxito de público? Pues me atrevo a aventurar que, además de por las estrellas protagonistas, es porque, por fortuna, a la gente le divierte ver caricaturizados a los descerebrados a la vez que, por desgracia, al público general le encanta que le den las cosas masticadas.

No Mires Arriba
5.1 Puntuación total
Pros
- La crítica a los negacionistas
- Jennifer Lawrence
Contras
- Demasiado eviente
- Demasiado larga
- Demasiada poca gracia
- Demasiado DiCaprio
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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