El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder. Primeras impresiones (sin spoilers)

Sin duda alguna la serie más esperada de la temporada, del año y puede que de la década es El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder. Amazon Studios ha puesto toda la carne en el asador con esta propuesta, como no podía ser memos, dado lo escrupuloso del fandom que rodea a todo lo concerniente a la obra de Tolkien. Una apuesta arriesgada que podría salir muy mal. Pero, ¿está siendo así? Vamos a ver cuáles son las primeras impresiones tras el visionado de los tres primeros episodios.

En primer lugar hay que contextualizar algunas cuestiones sobre la producción. Los Anillos de Poder transcurre durante la segunda edad de la Tierra Media, es decir, miles de años antes de los hechos relataos en La Comunidad del Anillo. La cuestión es que Amazon Studios solo dispone de los derechos de los tres tomos de El Señor de los Anillos y sus apéndices, pero no del resto de material escrito por Tolkien, como El Silmarillion.

Esto limita mucho al equipo de guionistas a la hora de ser fieles al original ya que, en la práctica, carecen de material en el que basarse. Dicho de otro modo: Los Anillos de Poder es una serie ambientada en el universo creado por Tolkien, sí; pero por lo demás es casi por completo una creación original de Amazon Studios. Es importante tener esto en cuenta a la hora de gestionar las expectativas con las que la bordamos.

Para los fans de El Señor de los Anillos -y también para los no tan fans-, lo que cabe esperar de Los Anillos de Poder es si realmente se siente que estamos en la Tierra Media. Si a pesar de los nuevos escenarios y personajes, de verdad sentimos que estamos en el mundo creado por Tolkien y que miles de años después recorrerían Gandalf, Bilbo, Frodo o Aragorn.

La respuesta a esta pregunta se hace evidente nada más ver los primeros minutos de los episodios dirigidos por J.A. Bayona; y no es otra que un rotundo SÍ. Y es el que el director español hace un excelente trabajo en la realización de los dos primeros episodios, los cuales están afrontados casi como si fueran una sola película de dos horas. Lo cierto es que una vez vistos funcionan a la perfección. La buena noticia es que el ritmo no decae en el tercer capítulo dirigido por Wayne Yip, lo que nos hace ser optimistas con el futuro de la serie.

La única pega que le encuentro es lo episódico de algunos pasajes y lo a trompicones que avanza la trama a veces. Estamos acostumbrados a que El Señor de los Anillos sea un relato que se cuece a fuego lento. Empieza en un lugar pequeño con pocos, y también pequeños -literalmente-, personajes, para después ir abriendo y ampliando el mundo hasta alcanzar cotas épicas. En la obra de Tolkien el propio viaje es un protagonista más de la historia, que ralentiza el avance a la vez que va forjando a los protagonistas.

Sin embargo, Los Anillos de Poder son todo lo contrario. Las más de la veces, viajar del punto A al punto B no supone ni tiempo ni esfuerzo para los personajes. ¿Hay que ir a la otra punta del mundo? Pues ya estamos allí. Eso rompe con el ritmo que tenemos asociado a El Señor de los Anillos y nos hace más difícil sumergirnos en la historia.

Para hacer una analogía, es como cuando en los primeros años de la serie Juego de Tronos los protagonistas necesitaban de una temporada entera para ir de un lugar a otro; mientras que al final se cruzaban el mundo de forma inmediata. Ir más o menos deprisa no es en sí ni bueno ni malo si va en consonancia con el tono del relato. El problema es cuando cambias abruptamente el ritmo al que estamos acostumbrados en una narración. Ahí es donde el público comienza a distanciarse.

Lo que más destaca de Los Anillos de Poder es la excelente producción de la que ha hecho gala Amazon Studios. No han escatimado en medios y eso se nota. La calidad artística de esta serie a todos los niveles resulta muy superior a las de otras de corte temático similar, a las que deja en mantillas. Por ejemplo es el caso de La Casa del Dragón, la precuela de Juego de Tronos que se está emitiendo de forma simultánea en HBO Max -y con la que las comparaciones son inevitables, aunque sea por mera contemporaneidad-; o La Rueda del Tiempo, una serie con mucho potencial pero que, a pesar de ser también de Amazon Studios, ha contado con mucho menos presupuesto lo que ha hecho que se le vieran las costuras muy pronto.

Los Anillos de Poder sitúa a Galadriel en el centro del relato junto con otros personajes conocidos como Elrond. Recordemos que los elfos son inmortales, por lo que son casi los únicos personajes conocidos en los libros originales que también pueden formar parte del relato de esta precuela.

El personaje de Galadriel interpretado por Morfydd Clark es toda una declaración de intenciones. Estamos en la tercera década del siglo XXI, casi cien años después de que Tolkien se empezase a plantear escribir el cuento de El Hobbit. A estas alturas no es aceptable que una historia se sostenga en exclusiva con protagonistas masculinos -como se puede ver en la enumeración que he hecho unos párrafos más arriba-. Las cosas han cambiado y un relato contemporáneo ha de tener una presencia femenina notable.

En Amazon Studios tienen esto muy claro y Los Anillos de Poder cuenta con varios personajes femeninos en primer plano. Pero sin duda, de entre todos, destaca Galadriel por dos motivos. El primero porque la han situado como la protagonista principal que, intuimos, va a ser la encargada de hacer que el conjunto del relato avance. Para ello la han dotado de un espíritu aventurero y trasgresor que en cierta manera la empodera como personaje femenino. Si entendemos el concepto de «empoderar» como ser una aventurera y guerrera en los mismos términos que lo sería el típico personaje masculino. A mí esto no me acaba de encajar. Creo que Galadriel podría haber protagonizado con igual presencia la serie sin dejar de ser la reina elfa milenaria y sabia que conocemos, en vez de esta nueva princesa guerrera que nos plantea Amazon Studios.

Pero esto entra en el terreno de las interpretaciones y comparaciones con el original. Aunque si conseguimos abstraernos de todo eso, lo cierto es que hay que reconocer que en el contexto de Los Anillos de Poder, el personaje de Galadriel funciona. Lo que es en buena parte -y este es el segundo motivo por el que destaca- por la magnífica interpretación de Morfydd Clark. Ella es sin duda lo mejor de la serie hasta el momento. Un acierto de casting indiscutible que consigue superar uno de los retos más peliagudos de esta serie: hacer que nos olvidemos de la enorme Cate Blanchett cuando pensemos en Galadriel.

Pero también nos encontramos con otro casting afortunado a la hora de elegir a Robert Aramayo para el papel de Elrond. Aramayo encaja mucho mejor en la idea que tenemos del elfo que Hugo Weaving en las películas de Peter Jackson, el cual no dejaba de recordarnos al infame agente Smith, lo que no concordaba con lo que debía ser la figura de Elrond.

Y hablando de las películas de Peter Jackson. En Los Anillos de Poder han pretendido distanciarse de ellas, pero no con mucho éxito. Ya desde el principio vemos un prólogo narrado por Galadriel que recuerda mucho al de La Comunidad del Anillo (2001) de Jackson. Pero, en cualquier caso, esta nueva reinterpretación del universo de Tolkien no desentona para nada con la trilogía del director neozelandés. Y esto es bueno, porque aún siendo producciones muy diferentes -tanto en el formato y el relato, como por el tiempo que las separa-, se sienten de alguna manera como parte de un todo.

Los Anillos de Poder introduce personajes de los que conocíamos poco más que el nombre y unos pocos hechos, así como multitud de personajes nuevos y originales, como no podía ser de otra manera. Pero todo se siente perfectamente encajado en lo que entendemos como el mundo de El Señor de los Anillos creado por Tolkien. Más allá de las puntualizaciones de los fans más expertos y tiquismiquis, o de los más rancios que cuestionan la diversidad de la que hace gala la serie -el debate sobre si puede o no puede haber elfos negros es tan absurdo y racista que ni me voy a molestar a entrar en él-.

Tres episodios en el momento de escribir estas líneas me bastan para afirmar que El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder está llamada a ser una de las mejores series de todos los tiempos si sigue por este camino. Me ayuda a ser tan optimista el hecho de saber que está firmado que van a ser un total de cinco temporadas cerradas. Con lo que no corremos el riesgo de que sea cancelada de repente con la historia sin finalizar, algo tristemente muy habitual estos días en la burbuja de las series y las plataformas de streaming.

Los Anillos de Poder
8.3 Puntuación total
Pros
- La excelente producción
- Se siente como la Tierra Media de Tolkien
- Morfydd Clark
Contras
- Las elipsis temporales hacen el relato más episódico
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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