Crítica de Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald

Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald es la última entrega del mundo de Harry Potter que nos acaba de llegar a los cines. Se trata a su vez de la segunda parte de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, la nueva saga de este universo esta vez protagonizada por el extravagante personaje Newt Scamander. Y digo saga porque habrá una tercera película. En fin.

En esta ocasión Scamander -Eddie Redmayne- se enfrenta al malvado Grindelwald -Johnny Depp-, y además de algunos otros personajes que ya vimos en la primera película, en esta ocasión también contamos con la presencia del famoso Albus Dumbledore -Jude Law-.

Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald funcionará para quienes sean más fans de Harry Potter en el aspecto de los detalles que unen las aventuras del joven mago con esta historia -que recordemos transcurre en el pasado, en concreto a principios del siglo XX-. Son muchas las referencias a lo que ocurrirá en el futuro y a aquellos elementos que conectan ambas realidades. No en vano el guion corre a cargo de la propia J.K. Rowling, autora de los libros originales.

Pero hasta ahí lo bueno o lo medianamente interesante -para quienes les guste mucho el tema-. Porque la verdad es que la película tiene poco que contar. Dos horas y cuarto en las que no pasa prácticamente nada. Toda ella se podría haber contado en una hora.

Esto obedece obviamente a la forzada intención de hacer tres películas -una trilogía siempre viste más-. Para ello estiran el guion como sea sacando de donde no hay y el resultado es este: una película anodina que se olvida al minuto de salir de la sala de cine.

Y es que que te vendan como una película seria lo que no es más que un mero capítulo introductorio para lo que vendrá me parece un timo. Así de simple.

A esto hay que sumarle que está dirigida por David Yates, otra vez. Reconozcámoslo, Yates es un muy mal director y eso se nota a la legua. Fue el responsable de las últimas películas de la saga de Harry Potter desde La Orden del Fénix, es decir desde que capuzaron, porque no cabe duda de que las primeras tenían su encanto.

En Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald nos encontramos con planos absurdos, primerísimos primeros planos agobiantes que no vienen a cuento y que luego pasan a planos generales sin sentido. Por no hablar de los movimientos en las escenas de acción que en vez de aportar tensión y moción en realidad lo único que acaban consiguiendo es marearnos.

Con Eddie Redmayne tengo, desde siempre, sentimientos encontrados. Por un lado me parece un muy buen actor, de eso no me cabe duda; pero por otro su presencia y su actitud en pantalla me acaba resultando siempre cansina. Hizo un gran trabajo como Stephen Hawking en La Teoría del Todo (2014) y en especial destacó por La Chica Danesa (2016) -aunque Alicia Vikander se lo comió con patatas en esa película-.

Aquí, como en la anterior entrega, Redmayne hace un papel correcto y poco más. Si me apuráis incluso parece un secundario en esta película que resulta más coral de lo que cabría esperar. Destaca la presencia de las estrellas Jude LawJohnny Depp, cuyas apariciones sirven para darle algo de empaque a una película por otra parte bastante anodina. Aunque lo cierto es que no desarrollan lo suficiente a sus respectivos personajes como para que resulten interesantes.

En Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald no hay nada de la magia de Harry Potter -aunque de eso ya sabemos que adolecen todas las películas después de la tercera dirigida por Alfonso Cuarón-. No es terriblemente mala, que no se me entienda mal. Pero no pasa de ser un mero entretenimiento olvidable solo para quienes sean fans incondicionales.

Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald
4 Puntuación total
Pros
- El universo de Harry Potter
Contras
- El guion.
- La dirección
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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