Por qué Better Call Saul, el spin off de Breaking Bad, es excelente

Tenía pendiente escribir sobre Better Call Saul, el spin off de Breaking Bad del que este verano se ha emitido su tercera temporada. Así que voy a ello.

Como sabéis la serie se trata de una precuela de Breaking Bad que se centra en el personaje del abogado Saul Goodman, que aquí antes de cambiarse el nombre por Saul se llama Jimmy McGill. La verdad es que un spin off sobre un personaje secundario para seguir explotando la gallina de los huevos de oro de Breaking Bad me daba bastante pereza. Pero empecé a verla y fue como: «¡Guau!».

Cuando comienzas a ver Better Call Saul ya no puedes parar de enlazar un capítulo con otro. Y eso es sorprendente, porque el ritmo de la acción es de lo más pausado. Tanto es así que parece, solo parece, que no ocurre casi nada, que la acción no avanza. Pero sí que lo hace.

El secreto está en que el productor Vince Gilligan, también responsable de Breaking Bad, no ha querido arriesgar nada y le ha imprimido a Better Call Saul el mismo tono narrativo y visual que a la serie protagonizada por Bryan Cranston. No hay pues nada novedoso aquí. Pero lo cierto es que funciona endiabladamente bien.

Aunque para ser justos Better Call Saul tiene su ritmo propio, más pausado aún que su predecesora y menos explosivo. Aquí hay menos aspavientos y menos tensiones. Este spin off es más calmado. Pasan muchas cosas, pero pequeñas, casi que parecen sin importancia; y aún así, contra todo pronóstico la serie avanza con un pulso narrativo que roza la perfección.

En cuanto a la historia que nos cuenta está claramente dividida en dos hilos narrativos con nuestro abogado Jimmy McGill en el centro.

Por una lado tenemos la introducción de algunos de los personajes claves que aparecían también en Breaking Bad. Como el matón Mike (Jonathan Banks), el gran Gustavo Fring (Giancarlo Esposito) dueño de Los Pollos Hermanos o los mafiosos Tuco y Héctor Salamanca. Esta parte de la trama encantará a los fans de Breaking Bad por volver a estos personajes y a sus orígenes. Es en estos momentos cuando la diferencia entre Better Call Saul y Breking Bad es casi imperceptible.

Pero por otro tenemos la historia del propio Jimmy y sus esfuerzos por abrirse un camino honrado en el mundo de la abogacía, a pesar de todas las trabas que le surgen y de su propio impulso de tomar atajos de dudosa ética. En esta parte de la historia está rodeado de nuevos personajes donde lo más interesante es su relación con ellos.

Por una parte tenemos a Kim Wexler (Rhea Seehorn) como la persona con la que está construyendo una relación sentimental, pero que también está imbricada por las relaciones laborales, ya que ella también es abogada.

La otra parte es la relación con su hermano mayor, y fundador de un prestigioso bufete, Chuck McGill encarnado por Michael McKean -lo recordaréis por haber sido el cantante del grupo ficticio Spinal Tap-. La relación entre los hermanos es el punto fuerte de la serie, sin duda lo mejor de la misma.

Es por lo tanto en las tramas en las que se aleja de Breaking Bad donde Better Call Saul despega y marca la diferencia. Si se hubieran quedado solo en hacer un refrito de la serie original sin duda habría encantado a los nostálgicos, pero no habría alcanzado la excelencia a la que llega Better Call Saul. Algo por otra parte inesperado para tratarse de un spin off.

Jimmy McGill es el antihéroe total. Cuanto más intenta que las cosas le salgan bien, peor salen. Cuanto más empeño pone en hacer las cosas de forma recta, más pronto se ve avocado a tomar el camino torcido. Jimmy es un personaje triste y sin embargo la serie está impregnada en todo momento de un sentido de humor agridulce que hace que uno se sorprenda a sí mismo riéndose de las situaciones más estrambóticas.

Por supuesto el centro de Better Call Saul es por completo el personaje de Jimmy McGill -o Saul Goodman, según sea- interpretado maravillosamente por Bob Odenkirk, tal y como ya lo hizo en Breaking Bad. Pero el hecho de que aquí sea el protagonista absoluto hace no solo que el personaje crezca mucho más, sino que apreciemos mejor la capacidad de Odenkirk para la interpretación.

Better Call Saul es ya una de las mejores series de lo que va de década, a falta de que en su desarrollo futuro no decaiga y la terminen con un remate que esté a la altura de las tres temporadas que llevamos hasta ahora. Por cierto, ya está renovada para una cuarta en 2018, así que si no la habéis visto aún podéis poneros al día en Netflix y Movistar Series.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.