Nomadland, una película chunga de verdad

La película del año es sin duda Nomadland. Dirigida por Chloé Zhao y protagonizada por Frances McDormand ha arrasado en los principales certámenes cinematográficos, incluido el León de Oro en Venecia y los Globos de Oro y los Oscar a mejor película y dirección respectivamente.

Basada en el libro de Jessica Bruder, Nomadland nos retrata por medio de su protagonista Fern (McDormand) la vida de los nómadas en Estados Unidos. Se trata de un relativamente nuevo grupo social en ese país formado por gente que, tras la crisis económica de 2008, perdieron sus trabajos y fueron marginados de la sociedad, viéndose obligados a vivir en caravanas en condiciones lamentables, e ir de un lugar a otro en busca de trabajos precarios, temporales, duros y mal pagados.

La denuncia social que trasmite la película -y supongo que también la novela-, es evidente. El solo hecho de reflejar esta realidad en una película de esta proyección sirve para abrir los ojos sobre este tipo de situaciones a mucha gente, entre la que me incluyo.

Pero para ver Nomadland es necesario también disponer de espíritu crítico, porque la película de Zhao es manipuladora a más no poder y su enfoque consiste en blanquear y cubrir con un manto romántico una realidad de lo más dura. Algo que, por lo que he podido saber, es justo lo contrario de lo que nos encontramos en el libro de Bruder, mucho más crítico con esta situación.

Zhao, responsable también del guion, cae sin pudor en el tópico de los pobres felices. Sí, tienen muchas carencias, pero son libres de ir donde les plazca, de sentir el viento en la cara, cantan canciones y se reúnen entorno a la hoguera, ¿qué más se puede pedir?

Vamos, lo contrario a una película de Woody Allen, donde sus protagonistas tienen la vida resuelta, no les falta de nada, pero a la vez son tan infelices que tienen que gastar miles de dólares en ir al psiquiatra. Entre vivir en un ático en Manhattan o vivir en una caravana y tener que cagar en un cubo, elegimos el cubo porque es libertad.

Ni que decir tiene que esto es una falacia de lo más burda. Vivir en esa situación con todo tipo de carencias y problemas, sin cobertura sanitaria y con trabajos de mierda no puede hacer feliz a nadie.

Sin embargo Zhoe nos vende esto como una elección voluntaria de la protagonista. No es que la crisis capitalista haya expulsado a la marginalidad a miles de personas. No es que ahora esas personas se hayan convertido en mano de obra barata sin derechos, algo muy oportuno para el sistema. No, es que ellos han elegido esa vida voluntariamente para poder sentir el viento en la cara en la puesta de Sol. Vida digna o libertad. La película favorita de Isabel Díaz de Ayuso.

El mensaje de Nomadland es el siguiente: «gente bien que estáis viendo esta película en una gran sala de cine o en Disney+, estad tranquilos. Es cierto que hay gente marginada que vive en condiciones muy precarias; pero, eh, que lo han elegido ellos y son libres y muy felices. Así que no tenéis nada por lo que preocuparos».

Más allá del contenido político de Nomadland, la película es en sí una road movie de esas que no van a ninguna parte. Vueltas y vueltas, encuentros fugaces, diálogos pretenciosos sobre la vida, silencios mirando al horizonte y personajes idealizados -todos son buenos, ninguno tiene problemas con las drogas o la violencia-, en los que en ningún momento se profundiza lo suficiente. Todo puro cliché.

Lo mejor de Nomadland es por supuesto Frances McDormand, que hace una magnífica interpretación como nos tiene acostumbrados -recordemos Tres Anuncios en las Afueras (2017) o Fargo (1996)-, aunque no sé yo si tanto como para merecer otro Oscar. Claro que en estos tiempos ya parece que los reparten en el mercadillo.

Queda claro que Nomadland no se merece ninguno de los premios que ha cosechado. No deja de ser una road movie del montón, pretenciosa y llena de clichés que no solo desaprovecha la oportunidad de profundizar en una realidad con mucho potencial -máxime basándose en el libro de Bruder-; sino que además opta conscientemente por un enfoque romántico y manipulador de lo más chungo.

Nomadland
3.5 Puntuación total
Pros
- Frances McDormand
- Mostrar la marginalidad de los nómadas de EE.UU.
Contras
- En enfoque romántico y manipulador para blanquear situaciones durísimas
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

3 comentarios en «Nomadland, una película chunga de verdad»

  • el junio 8, 2021 a las 7:02 pm
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    Felicidades Roberto… coincido con todo, hasta en las comas.

    La verdad es que suelo ver todas las películas nominadas al Óscar antes de la entrega y, este año, la verdad es que la selección ha sido sorprendentemente errónea. Algunas no merecen, ni de lejos, llegar a donde han llegado. Y esta, en la sala de cine, nos aburrió a los 4 que fuimos a verla. Insulsa y carente de contenido (quizás queriendo reflejar la vida de los nómadas. Si nó, no me explico).

    Saludos desde Islas Canarias

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  • el junio 10, 2021 a las 9:03 am
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    Ostras, menudo mazazo le has dado a «Nomadland». Nosotros la tenemos pendiente, sobre todo, para ver a la gran Frances McDormand (ya hace tiempo que pasamos un poco de los premios en festivales y cosas así). La veremos pronto, eso seguro.

    Respuesta

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