Falcon y el Soldado de Invierno, bajón en Disney+ tras Wandavision

The Falcon and the Winter Soldier (traducida en España como Falcon y el Soldado de Invierno -le quitan el ‘the’, no traducen ‘Falcon’ por ‘Halcón’, pero sí el resto…-) es la última serie de Marvel que podemos ver ya completa en Disney+. Como sabéis esta plataforma está produciendo varias series de estos superhéroes para televisión cuyas tramas trascurrirán de forma paralela al MCU en los cines, y que comenzó con la estupenda Wandavision (Bruja Escarlata y Visión).

En esta ocasión la serie se centra en otros dos personajes secundarios del universo Marvel, como son Sam Wilson alias The Falcon (Anthony Mackie) y Bucky Barnes alias el Soldado de Invierno (Sebastian Stan). Y lo primero de que nos damos cuenta nada más empezar la serie es que esta va a ser mucho más convencional que su inmediata antecesora Wandavision. No hay originalidad alguna aquí. Se trata de un par de superhéroes enfrentándose a unos villanos y poco más.

Es cierto que a quienes le gustan los cómics y las películas de superhéroes y su típica estructura y acción van a quedar encantados con Falcon y el Soldado de Invierno, porque esta serie es la pura esencia de este género. Pero para quienes buscamos algo más que pura acción superheroica resulta bastante decepcionante, en especial cuando venimos de ver algo tan interesante como Wandavision.

La trama de Falcon y el Soldado de Invierno gira en realidad en torno al legado del Capitán América. En ese proceso la serie aborda el tema racial de forma bastante acertada. Es algo que ahora en Estados Unidos está muy de moda, por razones obvias, y que por lo tanto muchas producciones se ven empujadas de una u otra forma a tratar. Pero no es menos cierto que también es una cuestión pendiente en los cómics clásicos y que en los últimos tiempos se ha tratado de corregir introduciendo superhéroes de distintas etnias y nacionalidades.

Eso es un punto a favor de Falcon y el Soldado de Invierno. Pero aunque bien intencionado, al final acaba desbarrando en discursos rimbombantes que quizá sean del gusto del público medio norteamericano, pero que sin duda son demasiado impostados para un público un pelín más exigente. Eso sí, concuerda a la perfección con el discurso tipo que cabría esperar del Capitán América, así que en eso es coherente.

El título de la serie hace referencia a sus dos protagonistas, claro. Pero lo cierto es que el protagonista casi absoluto es Falcon, mientras que el resto son secundarios que le acompañan. Incluido Bucky. Para mí quizá ese sea el gran problema de la serie: pone el foco en el personaje menos interesante, mientras relega a un papel secundario al Soldado de Invierno, que sin duda es el que tiene más potencial dramático. Un auténtico desperdicio y un sinsentido visto el título de la serie.

Falcon y el Soldado de Invierno consta de seis episodios, una duración bastante corta para una serie, cuyo relato a la vez se hace demasiado disperso. Cuesta mantener la atención a veces por la cantidad de escenas anodinas, que aportan poco o nada, y que se limitan a repetir los mismos clichés de siempre del cine de superhéroes. No me cabe duda de que habría funcionado mejor más condensada en una película de entre dos y tres horas. Y aún así habría sido mediocre, de las de relleno.

Los actores y actrices protagonistas hacen un trabajo aceptable para este tipo de producto, pero no destacable. Además de los ya mencionados Anthony Mackie como The Falcon y Sebastian Stan como el Soldado de Invierno, la serie cuenta como el Barón Zemo con Daniel Brühl -quien saltó a la fama por la maravillosa Good bye, Lenin! (2003).

Si te gusta el MCU hay que ver Falcon y el Soldado de Invierno por lo que aporta al avance de las tramas de este universo. Pero siendo conscientes de que se trata de una serie de segunda fila y que supone un serio bajón de calidad tras Wandavision. Por lo menos su corta duración hace que no se haga demasiado pesada.