Le Mans ’66, puro entretenimiento clásico

Para mí una de las películas más sorprendentes de la temporada, por su aceptación entre crítica y público, es Le Mans ’66 (Ford v. Ferrari). Una cinta cuyo argumento sobre carreras de coches y el mundo del motor no me llama la atención en absoluto. Pero a tenor de sus dos actores protagonistas y visto el buen recibimiento que ha tenido al final no me he resistido a verla, a ver qué tal.

Le Mans ’66 está basada en hechos reales. Así que quien quiera spoilers de la trama solo tiene que irse a las hemerotecas. Trata de la pugna entre la imbatible escudería Ferrari y la aspirante Ford. Esta última un gigante del motor norteamericano, padres de los coches utilitarios y de la cadena de montaje, pero que sin embargo en los años sesenta del siglo pasado esta lejos de hacerle sombra a sus competidores más directos.

Todo gira en torno al empeño de Ford de ganar a Ferrari en las 24 Horas de Le Mans. Para lo cual deciden construir un nuevo coche de carreras que pueda conseguir tal hazaña. En dicho intento Henry Ford II ficha a dos personajes carismáticos que van a ser el centro de toda la película: el ingeniero Carroll Shelby (Matt Damon) y el piloto Ken Miles (Christian Bale).

Como he dicho al principio, para mí el argumento carece de mucho interés. Pero a los pocos minutos de visionado te das cuenta de que Le Mans ’66 es cine clásico -que no necesariamente ‘un clásico’-. En el sentido formal es impecable. El director James Mangold (Inocencia Interrumpida, En la Cuerda Floja, Logan…) realiza el que quizá sea su mejor trabajo como realizador.

Todo funciona y funciona muy bien. Desde las partes dramáticas hasta las estupendas escenas de carreras. Le Mans ’66 consigue mantener al espectador no solo interesado, sino también en tensión. Algo nada fácil de conseguir en sus extensas dos horas y media de duración. Para mí tiene mucho mérito.

Mérito que es compartido con sus dos estrellas protagonistas. Matt Damon podría decirse que es el protagonista principal, pero lo cierto es que Christian Bale se lo come con patatas cada vez que aparece en pantalla. Bale es lo mejor, de lejos, de esta Le Mans ’66. Una actuación en el límite que nos recuerda lo buen actor que es. Y pensar que hace no mucho lo vimos en El Vicio del Poder (2018) interpretando a Dick Cheney con unos kilos de más. A este hombre tanto engordar y adelgazar le va a costar la salud.

Casi todo lo que se puede decir sobre Le Mans ’66 son cosas buenas. Sin embargo, no dejar de ser una película de entretenimiento. Sí, muy buen entretenimiento y muy conseguida. Alcanza con creces su objetivo y lo hace con una factura tan impecable como poco arriesgada. Recomiendo verla a todo el mundo.

Pero la verdad es que no tarda en desvanecerse en nuestra memoria porque, más allá de la anécdota histórica, el argumento carece de sustancia e interés. Mucho más interesante resulta Rush (2013), película de temática similar pero algo más profunda en el desarrollo de sus personajes, y en la que es inevitable pensar al ver Le Mans ’66.

Le Mans '66
6.8 Puntuación total
Pros
- Funciona perfecta como entretenimiento
Contras
- La historia no tiene tanto interés
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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