Mula, la oportunidad de ver a Clint Eastwood de protagonista
Clint Eastwood nos ha traído este mes a los cines su última propuesta como director: Mula. Además, también se ha reservado el papel protagonista, algo que, si no recuerdo mal, no hacía desde hace una década en Gran Torino (2008).
Esta decisión no es de extrañar, porque el personaje le viene al pelo. Se trata de nonagenario que se dedica a traficar con drogas, en concreto a hacer de mula para un cártel mexicano. La historia está basada en hecho reales, y lo cierto es que Eastwood y el tal Earl Stone -que así se llama el protagonista-, tienen casi la misma edad.
Más allá de la historia real, está claro que Eastwood y el guionista Nick Schenk se toman muchas libertades sobre la historia real. Al fin y al cabo todo se basa en un artículo del New York Times. Así que es evidente que toda la parte personal del protagonista es una recreación a la medida de Eastwood, lo que no es que esté para nada mal.
Hacía tiempo que no veíamos a Clint actuar y la verdad es que se le ve muy mayor. No sé hasta qué punto es interpretación y hasta qué punto es que está viejo, supongo que un poco de las dos cosas. En cualquier caso demuestra de sobra que es perfectamente capaz de dirigir e interpretar una película a su edad.
También se agradece el poder verlo en otro registro más amable, de señor mayor, que el de siempre de tipo duro -recordemos que en Gran Torino también repetía más o menos el mismo rol-. Aún así resulta inevitable que de vez en cuando se le escape uno de sus rictus de tipo duro marca de la casa.
En cuanto a la película de Mula en sí, se trata de un film correcto, bien llevado y con buen ritmo. Es entretenida y se deja ver. Pero sin duda es un trabajo menor en la muy irregular carrera de Eastwood como director. Algunos giros de guion están un poco forzados y resultan poco creíbles. Aunque es evidente que se esfuerzan en que la trama avance de forma fluída, y eso es de agradecer, aunque sea a costa de realizar una película más profunda y coherente.
Como siempre, Clint Eastwood se rodea de algunas grandes estrellas, en esta ocasión destaca Bradley Cooper, el cual está completamente desperdiciado en un papel secundario que podría haber realizado cualquier otro actor de menos renombre. Supongo que esto son el tipo de cosas que solo se pueden permitir gente como Clint Eastwood y -antes- Woody Allen.
Además, contamos con otras actrices y actores famosetes que todavía hacen papeles menos relevantes como son Dianne Wiest, Laurence Fishburne y Andy García. Su presencia se diluye en una película donde lo que importa es la omnipresencia del propio Eastwood.
En definitiva, Mula es una película correcta. No os equivocaréis si decidís ir al cine a verla. Pero también es una obra menor cuya mayor virtud es tener la oportunidad de ver a Clint Eastwood en un papel protagonista quizá por última vez.