Esos son otros López

Los Archivos del Pentágono, clásico homenaje a la prensa libre

Los Archivos del Pentágono

NOR_D00_052317_8053.cr2

La última y esperada película de Steven Spielberg es Los Archivos del Pentágono (The Post), la primera incursión del director norteamericano en el cine sobre periodismo. Viene precedida por muy buenas críticas en general, aunque en las nominaciones a los Oscars le ha quedado un sabor agridulce. Solo opta a dos premios, eso sí, mayores: mejor película y mejor actriz; pero el propio Spielberg se ha quedado fuera de la nominación a mejor director.

Los Archivos del Pentágono se centra en el periódico The Washington Post en los años setenta. Basada en hechos reales cuenta las tribulaciones del rotativo a la hora de publicar, o no, una serie de documentos que demostraban que todos los gobiernos de Estados Unidos sin excepción habían mentido a la ciudadanía sobre la Guerra de Vietnam. La propietaria del periódico se encuentra de frente la oposición de la administración Nixon y, paralelamente, el riesgo de que fracase su inminente salida a Bolsa.

Pero lo más interesante no es tanto el relato real sobre un pedacito de la historia de los Estados Unidos, la anécdota en sí; como la reflexión sobre qué intereses hay detrás de los grandes medios, de qué tipo son y qué implican las relaciones económicas y políticas que tienen los periodistas, y dónde empieza y acaba la libertad de prensa.

En esta película Spielberg realiza un homenaje al mundo del periodismo con una propuesta de género y de corte clásico que recuerda inevitablemente a otras como Todos los Hombres del Presidente (1976), o la más reciente -y mejor- Spotlight (2015).

Un homenaje a una prensa que actualmente tiene los días contados, ya que los periódicos impresos cada vez se venden menos frente al auge de Internet; y los grandes medios ahora están en manos de inversores de capital riesgo, son meros soportes de publicidad -a cuyos anunciantes deben lealtad absoluta-, y son esclavos de los intereses de la oligarquía dominante. Vamos, lo contrario de la lucha por la independencia y la libertad de prensa que relata la película de Spielberg.

Volviendo a ella: no vamos a encontrar sorpresas en Los Archivos del Pentágono. El relato, aún sin conocer los detalles históricos de la historia, es completamente previsible. El director se limita a dar al público lo que espera ver. Sin riesgos y ni giros inesperados. En ese sentido sigue siendo el mismo Steven Spielberg de siempre: cine satisfactorio para toda la familia.

Y eso es lo peor que se puede decir de Los Archivos del Pentágono. Por lo demás funciona con un ritmo endiablado que no decae ni en un solo momento. Como un reloj suizo. Ahí es donde se nota la maestría y la experiencia de Spielberg en la dirección. Y por eso me extraña tanto que no esté nominado en los Oscars en la categoría correspondiente.

La otra gran baza de Los Archivos del Pentágono son las interpretaciones del enorme plantel de actores y actrices de primer orden que participan en la película. En primer lugar es obligatorio hablar de Meryl Streep. Su actuación es soberbia. Lo mejor de la cinta y sin duda se merece, como mínimo, su enésima nominación al Oscar a mejor actriz. Aunque yo, por lo que he visto hasta ahora, le otorgaba su cuarto Oscar sin dudarlo. Me ha gustado más su interpretación en Los Archivos del Pentágono que Frances McDormand en Tres Anuncios en las Afueras.

Destaca también Tom Hanks en un papel mucho más decente de lo que nos tiene acostumbrados reciéntemente -en especial cuando interpreta a Robert Langdon-. Aunque podemos decir que está correcto y poco más. Streep se lo come en la pantalla con patatas.

A los dos protagonistas los acompañan un montón de rostros conocidos -principalmente de la televisión- que completan un reparto espectacular. El que más destaca es Bob Odenkirk (Breaking Bad, Better Call Saul), al que conocemos muy bien como el atribulado abogado Saul Goodman. Odenkirk demuestra lo buen actor que es. Se merece más papeles como este en la gran pantalla.

Del resto lo que me indigna un poco es lo desperdiciadas que están grandes actrices en papeles muy secundarios que dejan poca oportunidad a desarrollar todo su potencial. Entre ellas están la maravillosa Carrie Coon (Perdida, The Leftovers, Fargo), Alison Brie (GLOW, The Disaster Artist) o Sarah Paulson (American Horror Story) en un rol totalmente irrelevante. Para decir dos frases casi que prefiero que esos papeles estén interpretados por actrices y actores menos conocidos, a quienes darle una oportunidad, y no por gente de primera desperdiciada.

Los Archivos del Pentágono es una muy buena película de género periodístico en la que se nota mucho el aprecio nostálgico y, por qué no decirlo, algo idealizado de Steven Spielberg por una profesión hoy en decadencia. Con una dirección e interpretaciones excelentes y con un guión convencional y sin sorpresas, es una apuesta segura para toda la familia, te guste el tipo de cine que te guste.

Ahora bien, ¿se merece el Oscar a la mejor película? No creo.

Los Archivos del Pentágono
7.1 Puntuación total
Pros
- Meryl Streep
- Bob Odenkirk
- El ritmo
Contras
- Demasiado Previsible
- Secundarias desperdiciadas
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones
Salir de la versión móvil