Historia de un Matrimonio, quizá la mejor película de Noah Baumbach

Una de las películas más esperadas de los últimos meses -con permiso de Star Wars– es Historia de un Matrimonio de Noah Baumbach, protagonizada por Scarlett Johansson y Adam Driver. Se trata de una producción de Netflix que, al igual que ocurrió con El Irlandés de Scorsese, se estrenó en solo en unos pocos cines antes de emitirse mundialmente en dicha plataforma. Volvemos a lo mismo, algunas de las mejores películas del momento se están produciendo en plataformas de VoD, pero eso está impidiendo que las podamos ver en pantalla grande.

Historia de un Matrimonio retrata la ruptura y divorcio de una pareja con un hijo. Para quien sigue la carrera de Baumbach el morbo está en cuánto de autobiográfico hay en la película. Yo prefiero ceñirme a lo estrictamente cinematográfico, aunque sin duda hay mucho de su experiencia personal en el film.

La estructura de Historia de un Matrimonio es bastante convencional y previsible. No desvelo nada si digo que parte de una pareja que pretende llevar la separación por cauces civilizados pero que, inevitablemente, esto se irá torciendo por la intervención de abogados, pero principalmente por los propios intereses de cada uno. Lo que marca la diferencia en esta obra son los matices de qué se cuenta y cómo se cuenta.

Noah Baumbach toma partido por el personaje masculino de Charlie (Adam Driver). Se nota que a lo largo de todo el film se esfuerza por que el relato esté equilibrado, por repartir razones y culpas a partes iguales, pero se le ve el plumero. Al principio sitúa el foco en ella, en el punto de vista de Nicole (Scarlett Johansson). Pero pronto gira para centrarlo en Charlie, al que percibimos la mayor parte del tiempo como la víctima, cuando bien ponderado no tiene por qué ser así.

¿Es justo que el director tome partido más por una parte que por la otra? ¿Sería mejor un film políticamente correcto y aséptico que agradara a todo el mundo? ¿Es siquiera posible hacer una obra como esta sin tomar parte? Que cada cual opine lo que mejor le parezca. En mi opinión está bien como está, aunque no deja de chocarme la postura del director.

La parte fuerte de Historia de un Matrimonio es las interpretaciones. Scarlett Johansson y Adam Driver están enormes. A Driver estamos más acostumbrados a verlo en papeles dramáticos y en películas independientes -a pesar de su papel en la última trilogía de Star Wars-. Sin embargo a Johansson es más raro verla últimamente en este tipo de películas. En cualquier caso ambos realizan una interpretación excelente, aunque si se tratara de una competición quizá sería ella la que saldría victoriosa.

A Johansson y a Driver les rodea un elenco de secundarias y secundarios de auténtico lujo. Entre ellos destacan por ejemplo Laura Dern, Alan Alda, Wallace Shawn, Julie Hagerty y Merritt Wever -a la que pudimos ver recientemente en la estupenda serie de Netflix Creedme-.

Noah Baumbach es un director con una extensa trayectoria que incluye excelentes películas en su haber como por ejemplo Una historia de Brooklyn (2005), Frances Ha (2012) o Mientras seamos jóvenes (2014). No sé si quizá sea porque esta es la más personal, pero no cabe duda de que Historia de un Matrimonio es su mejor película. No solo por el guion, sino porque hace un trabajo de dirección con los actores y con la cámara estupendos.

Por mencionar solo un momento: la escena en la que cierran entre los dos la puerta exterior de la casa porque se ha ido la luz y esta no puede cerrarse automáticamente. Con un montaje muy rápido -de más, incluso- y entrecortado, nos muestra cómo van cerrando la puerta desde el punto de vista de cada uno como una metáfora perfecta de la separación.