Martin Scorsese vuelve con Los Asesinos de la Luna

Los Asesinos de la Luna (Killers of the Flower Moon) es la última película de Martin Scorsese. Protagonizada por Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, viene precedida por muy buenas críticas y cierta polémica por extensa – exagerada para muchos- duración.

La película adapta la novela basada en hechos reales de David Grann sobre los asesinatos de los indios Osage en Estados Unidos a principios de los años 20. Esta nación indígena ganó mucho dinero al descubrirse petróleo en sus tierras. Pronto hubo quien empezó a planear la forma de arrebatarles todas sus riquezas para que fueran a parar a manos más blancas.

Los Asesinos de la Luna es un western moderno con un enfoque único que mezcla los últimos coletazos del salvaje oeste -en este caso evidenciado con la llegada civilizatoria del FBI de Hoover-; con el carácter de la familia mafiosa de los años 20 que tan bien maneja Scorsese.

Y, por supuesto, es una denuncia social. El director neoyorquino no suele mojarse políticamente. Más bien suele optar por mostrar desde cierta distancia la crudeza de ciertas realidades, de cómo son o han sido algunas cosas en los EE. UU., y que el público sea el que tome las decisiones.

Sin embargo, en el caso de Los Asesinos de la Luna toma partido por las víctimas y toda la película está al servicio de resarcir el daño causado a los Osage. Scorsese nos cuenta que los Estados Unidos se construyeron a manos de los más pérfidos y a costa de los más débiles.

En medio, encontramos personajes como el de Ernest (Leonardo DiCaprio, en una de sus mejores interpretaciones en años) que, en cierta manera, se ve arrastrado a actuar como lo hace, mezcla de las presiones sociales y familiares por un lado, y de su propia ambición y amor por el dinero por otro. Aunque todo eso lo lleve a cometer actos horribles.

¿No es una alegoría perfecta de lo que son los Estados Unidos, de cómo se crearon y de cómo aún siguen funcionando hoy día? No me cabe duda de que la centralidad del personaje interpretado por DiCaprio en la película pretenden transmitir esta idea y tiene para el director todo este el sentido.

El contrapunto lo da Lily Gladstone como Mollie, en una interpretación estupenda que la sitúa muy bien en la carrera a los premios Óscar del año que viene. Gladstone tiene una presencia enorme en pantalla, acaparando cada plano en el que sale. También ayuda que su papel no tenga mucho texto, lo que hace que su interpretación brille más en los pequeños gestos. Algo que desde luego funciona en pantalla, pero que peca de cierta idealización del pueblo indio.

Roberto De Niro también hace un muy buen trabajo y, sin resultar brillante, dota a la película de un empaque que no podría darle ningún otro actor como villano.

Más allá de la temática, las interpretaciones y el guion firmado por Eric Roth -un experto en la adaptación de novelas a la gran pantalla, con películas como Forrest Gump a sus espaldas-, el auténtico fuerte de Los Asesino de la Luna es la dirección de Martin Scorsese.

Scorsese es un maestro en hacer que cada plano cuente, que cada secuencia te tenga atrapado y que la audiencia no pueda despegarse de la butaca hasta el final de la película. Solo así se explica que un film de un metraje de casi tres horas y media se pase en un suspiro y uno salga de la sala de cine pensando que no le sobraba ni un solo plano.

Por supuesto, Los Asesino de la Luna no es perfecta. Quizá sí que le sobre algún plano al principio de la película, cuando nos introduce el contexto del enriquecimiento de los Osage. Eso sí, si mete escenas de más lo hace, inteligentemente, cuando el público aún está fresco. También desentona el final, un tanto anticlimático después de más de tres horas de película. Scorsese trata de hacer algo diferente, pero solo consigue sacarnos de la historia en la que nos habíamos sumergido más abruptamente de lo deseable.

La producción y la fotografía son impecables. Solo desentona algo la música de Robbie Robertson. No me entendáis mal. Es una partitura estupenda para un western de principios de siglo XX, pero acaba resultando demasiado repetitiva. Es como si solo hubiera habido presupuesto para hacer la banda sonora de una película de noventa minutos y luego hubieran tenido que estirarla para rellenar más de tres horas.

Que no os asuste la extensa duración de Los Asesinos de la Luna. Se trata de una película de Martin Scorsese y eso -casi- siempre es una garantía de satisfacción. No perdáis la oportunidad de ir a verla al cine, porque no os va a defraudar.

Los Asesinos de la Luna
8.6 Puntuación total
Pros
- La maestría en la dirección de Scorsese
- La denuncia de lo ocurrido con los Osage
- Lily Gladstone
Contras
- Aunque el ritmo es perfecto, la duración no es para todo el mundo
- La música se hace algo pesada a veces
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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