Lo Que Arde hace reflexionar sobre el fondo y la forma de lo que has visto

Lo Que Arde de Oliver Laxe es una de las propuestas más interesantes que hemos visto en este país en los últimos años. Por suerte, la etiqueta de «cine español» está cambiando para bien. Aunque hay que matizar que lo mejor que se está produciendo en España viene del País Vasco y, como en este caso, de Galicia.

La película de Laxe no tuvo mucha suerte en los premios Goya -en comparación con su calidad-, aunque se llevó unos merecidísimos premios a la mejor fotografía y a la mejor actriz revelación (Benedicta Sánchez). Quizá por la repercusión de los Goya se llenó la sala de cine de la Filmoteca Regional Francisco Rabal, donde la vi. Un lleno hasta la bandera, con gente sentada hasta en la primera fila, como no había visto yo en mucho tiempo.

Lo Que Arde es una película lírica, llena de silencios y de impactantes imágenes. Sin ir más lejos su asombroso comienzo es arrollador -literalmente-. Está protagonizada por los personajes Amador y Benedicta, encarnados por los actores no profesionales Amador Arias y Benedicta Sánchez. Él acaba de salir de la cárcel en la que entró por pirómano, ella es su madre que lo recibe preguntándole si tiene hambre.

Su historia es el macguffin que sirve de excusa para que avance una película que no es un relato bucólico sobre dos personajes, sino una alegoría sobre lo viejo y lo nuevo, la tradición y el progreso. Entendidos los conceptos ‘nuevo’ y ‘progreso’ siempre desde un sentido capitalista -y por lo tanto negativo-, de lo que supone anteponer el beneficio económico rápido y sin control a las personas y a la tierra.

Lo Que Arde va más de la pugna en el oeste de la península ibérica -Portugal y Galicia- entre castaños y eucaliptos. En la cual el eucalipto es el auténtico villano de esta historia. Madera que crece rápido y se vende bien, pero que arde con muchísima facilidad. Un negocio redondo por el que algunos están dispuestos a prenderle fuego al monte para luego repoblar con esta especie, a pesar de las consecuencias para la naturaleza y la población.

Oliver Laxe también nos insiste en este conflicto tradición/progreso, de forma un tanto redundante, con la historia secundaria del grupo de personas que está rehabilitando un viejo caserío para convertirlo en casa rural. Amador, que parece hablar por el propio Laxe, se pregunta que qué traerá de bueno llenar aquello de turistas.

Para quien no sea de la zona y no conozca las problemáticas de los montes y los incendios de allí, la película puede resultar un tanto oscura y desconcertante. Hay que estudiar para entenderla y sacarle punta al mensaje, porque si no en la práctica solo te quedará la historia de los dos protagonistas: hermosa y bucólica, pero con la sensación contar poca cosa.

La auténtica fuerza de Lo Que Arde está en sus poderosas y bellas imágenes en los momentos más impactantes con el fuego. Aunque uno no entienda bien de qué va, no puedes más que salir del cine con la certeza de haber visto algo de indudable calidad artística. Hay que mencionar la excelente fotografía de Mauro Herce.

En una época donde la mayoría del cine comercial toma al espectador por idiota, se agradecen películas como Lo Que Arde, que te hacen reflexionar tanto por el fondo como por la forma de lo que has visto y se te quedan en la memoria para mucho tiempo.

Lo Que Arde
7.8 Puntuación total
Pros
- La fotografía y las impactantes imágenes
- El mensaje que no toma por idiota al espectador
Contras
- La necesidad de información adicional para entenderla del todo
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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