<< Las 20 mejores películas del siglo XXI (parte 1)
Con el final de este 2020 nefasto se cierran también las dos primeras décadas del siglo XXI. De aquí a final de año estoy dedicando una serie de post a las veinte mejores series y películas de estos primeros veinte años de siglo. En esta ocasión vamos con la segunda parte de las 20 mejores películas del siglo XXI. (Podéis leer la primera aquí)
10. Vengadores: Infinity War (2018)
Lo que ha hecho Marvel Studios con el Marvel Cinematic Universe (MCU) no tiene parangón en la historia del cine. Eso es así. Construir una historia de tal envergadura a lo largo de más de 20 películas y más de una década es una tarea de producción enorme, muy superior a ningún otro precedente. El problema está en la irregularidad de las películas que forman la saga. La mayoría son entretenidas, pero algunas son directamente insoportables. Solo unas pocas son realmente buenas, y entre ellas se encuentran las de los Vengadores, en concreto Vengadores: Infinity War (2018) y Vengadores: Endgame (2019).
Como decía el personaje de Robert McKee en la maravillosa Adaptation (2002): «Gánatelos al final«. Y eso es precisamente lo han hecho los hermanos Russo en las dos últimas películas de los Vengadores. Todo lo que se ha ido perfilando durante más de una década en un montón de películas confluye aquí en una aventura épica, trepidante, divertida y emocionante como pocas. Es muy fácil estropear una saga como hemos visto en casos como Harry Potter o Star Wars, pero en esta ocasión la realización de los Russo es de diez y hay que quitarse el sombrero.
De las dos mencionadas me quedo con Vengadores: Infinity War porque me parece la más redonda y la más emocionante desde el minuto uno hasta su espectacular final. Podríamos decir que es al MCU lo que en su día fue El Imperio Contraataca (1980) a Star Wars. La única salvedad es que creo que para disfrutarla al cien por cien es necesario haber visto todas las películas anteriores del MCU, y eso puede ser una tarea titánica.
En cualquier caso esto es cine en estado puro. Si has seguido las películas del MCU ya lo sabes, y si no lo has hecho por algún tipo de prejuicio con los superhéroes, ahora tienes la oportunidad de enmendarlo y descubrir algo espectacular.
9. Anomalisa (2016)
En lado opuesto a la película anterior nos encontramos Anomalisa, una película muy singular escrita y dirigida por el famoso guionista Charlie Kaufman. Se trata de una película íntima y animada en stop motion tan original como desoladora. Muy en la línea de este escritor. A Kaufman lo conocemos por haber escrito películas como Cómo Ser John Malkovich (1999), Adaptation (El Ladrón de Orquídeas) (2002) y ¡Olvídate de Mí! (2004), a cual más genial. Y recientemente estrenó en Netflix como director y guionista Estoy Pensando en Dejarlo.
En Anomalisa vuelve a ese discurso deprimente que tan bien se le da en uno de los guiones más desoladores de su carrera, si no el que más. La elección de la animación en stop motion puede parece arbitraria, pero una vez que ves la película te das cuenta que no podría haber hecho de otra manera. Además, tanto él como su codirector Duke Johnson -encargado de la animación- consiguen que te olvides de que estás viendo una película animada, por no hablar de lo perturbadoras de algunas escenas protagonizadas por muñecos.
Anomalisa es original, profunda, triste y maravillosa y por eso tenía que estar en este top. Puro Charlie Kaufman.
8. Anticristo (2009)
El siglo XXI ha sido el mejor momento de la carrera de Lars von Trier, a pesar de sus altibajos personales, o precisamente por ellos. Películas como Bailar en la Oscuridad (2000) -que no entra en esta lista por ser aún del siglo anterior-, Dogville (2003), Melancolía (2011) o Nymphomaniac (2013) son auténticas maravillas todas ellas. Pero como no se puede hacer una lista solo con películas de Lars von Trier, si me tengo que quedar con una elijo Anticristo.
Anticristo es excesiva -en algún momento hasta lo ridículo-, cruda, polémica y, puntualmente, explícitamente gore. Pero también es hermosa, con una fotografía espectacular y un precioso uso de la cámara superlenta y del sonido. También encontramos algunos elementos típicamente lynchianos que la hacen aún más interesante si cabe. Además, la interpretaciones de Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg -únicos protagonistas de la película- son estupendas. Para mí, el culmen de la carrera de Lars von Trier.
7. Big Fish (2003)
Big Fish supuso el canto del cisne de Tim Burton, su última gran obra antes de que su carrera fuera cuesta abajo y sin frenos en una serie de lamentables películas a cuál peor. Sin embargo Big Fish es una maravillosa fábula, tierna y sorprendente que es capaz de emocionar hasta al más pintado.
Big Fish es un homenaje a los contadores de historias, a quienes convierten lo normal en fantástico, lo rutinario en ilusionante. ¿Y no es eso lo que nos gusta del cine? Como tal, la película está excelentemente narrada y dirigida por un Tim Burton en estado de gracia que se nota que adora la historia de está contando.
Big Fish es de esas películas atemporales capaces de poner de acuerdo a un amplísimo espectro de público. Un clásico moderno.
6. Zodiac (2007)
David Fincher es uno de los grandes directores de Hollywood de las últimas décadas, sino el más grande. Recientemente ha estrenado en cines y en Netflix Mank, una obra menor. Pero es responsable de películas míticas como Se7en (1995) o El Club de la Lucha (1999). Sin embargo, su obra maestra me atrevo a decir que es Zodiac. Una película sobre el asesino del zodiaco, mitad thriller policiaco, mitad drama periodístico.
En su día, aunque la crítica especializada era unánime, hubo diversidad de opiniones entre el público. Y es que mucha gente esperaba otra Se7en, y se encontraron con que Zodiac era algo muy diferente. Recuerdo que mientras yo salí del cine pensado: «obra maestra«, el público que abandonaba la sala a mi alrededor pedía que le devolvieran el dinero.
Pero el tiempo pone todo en su lugar, y hoy nadie duda de que, efectivamente, Zodiac es una obra maestra. Un ejercicio de cine en estado puro, de cómo narrar una historia utilizando a la perfección todos los recursos cinematográficos del medio. Una lección magistral de cine que situó a Fincher entre los mejores directores de todos los tiempos.
5. Kill Bill (2003-2004)
Quentin Tarantino tiene tres grandes películas: Reservoir Dogs (1992), ópera prima maravillosa que lo lanzó a la fama; Pulp Fiction (1994), su obra maestra que sorprendió a todo el mundo; y Kill Bill, donde dio rienda suelta a todo lo que le gustaba y le influía. El resto son buenas películas en general -unas más, otras menos-, pero ninguna a la altura de estas tres.
Así que Kill Bill, la que trataré como una sola película aunque está dividida en dos, es la última gran película de Tarantino hasta el momento. Reconozco que la primera vez que la vi en el cine no acabó de convencerme. Quizá yo esperaba una especie de Pulp Fiction segunda parte. Pero con el tiempo, y muchos visionados, no me cabe duda de que es una obra maestra.
Kill Bill es endiabladamente entretenida, loca, divertida y al final hasta emocionante. Además, está repleta de referencias al cine de serie B y de artes marciales que tanto le gusta a Tarantino. Pero más allá de eso, la dirección es espectacular. Cada parte tiene un enfoque y el abanico de recursos que despliega el director a lo largo de las dos películas es abrumador. Por no hablar de que la elección de las canciones de la banda sonora es sencillamente genial. Actualmente quizá sea la película de Tarantino que más disfruto.
4. Antes del Atardecer (2004)
Richard Linklater dirigió en 1995 la maravillosa Antes del Amanecer, una película romántica hasta decir basta, pero que el toque del director y guionista, especialmente en los diálogos, la convertían en otra cosa mucho más interesante y profunda que cualquier otra del estilo con la que se pudiera comparar. Además, los actores protagonistas Ethan Hawke y Julie Delpy están en estado de gracia y muestra una química ante la cámara espectacular.
Nueve años después, Linklater dirigió Antes del Aterdecer, una secuela de la anterior que a priori suponía un salto al vacío más que arriesgado. Las posibilidades de estropear lo que era una película perfecta eran enormes. Pero Richard Linklater es un grande y nos regaló una maravilla que rivaliza con su predecesora, hasta el punto de no saber cuál es mejor. ¿Quién dijo que segundas partes nunca son buenas?
Antes del Atardecer nos narra el reencuentro en París de nuestros protagonistas exactamente nueve años después. Y lo hace en tiempo real. Aunque la película tiene muchos cortes, está formada por largos planos secuencia siguiendo a los protagonistas. Si el tiempo que trascurre estando juntos son ochenta minutos, exactamente eso es lo que dura la película. Mientras que en Antes del Amanecer lo que se relataba era un romance entre adolescentes -más o menos-, ahora asistimos a un encuentro mucho más maduro gracias a un guion prácticamente perfecto firmado a la par por Linklater, Delphy y Hawke. Una pequeña joya imprescindible.
3. Mulholland Drive (2001)
En la lista que la BBC sacó en 2016 sobre las 100 mejores películas del siglo XXI, Mulholland Drive figuraba en el primer puesto. Y no es para menos. Esta obra surrealista de David Lynch es una pasada que deja con los ojos abiertos como platos a todo el que la ve. Puro Lynch, pero además en su mejor momento. Es como si toda su carrera confluyera aquí para dar lo mejor de sí como escritor y director. Técnicamente es una maravilla, y la interpretación de Naomi Watts es tan intensa y emocionante que nadie se extraña de que ese papel la lanzara a la fama.
Si en mi caso no soy tan generoso como la BBC y no llega al número uno de la lista es porque, en el fondo, Mulholland Drive es una revisión -una nueva versión-, del mismo tema tratado en Carretera Perdida (1997). En esencia son la misma película. Además, Mulholland Drive iba a ser originalmente una serie de televisión, pero el piloto no fue aprobado y la serie se canceló. Entonces Lynch con el material ya rodado de ese capítulo hizo un refrito, cambió esto y añadió aquello, y lo convirtió en película.
Recapitulemos. Lynch hace un refrito con un capítulo piloto de una serie de televisión cancelada y lo convierte en una de las mejores películas del siglo XXI. Sí, exacto. Por eso es uno de los grandes genios de toda la historia del cine. Esta película es fundamental.
2. El Señor de los Anillos (2001-2003)
Las tres películas de El Señor de los Anillos de Peter Jackson -que trataré como una sola obra, al igual que con Kill Bill-, son una obra maestra y magna indiscutible. Trasladar a la gran pantalla la obra de Tolkien era un reto muy peliagudo. Era muy fácil decepcionar a los muchos fans de los libros o, sencillamente, que no funcionase y que lo que en las novelas convence, en pantalla resultase de lo más cutre.
Ni que decir tiene que Peter Jackson salió más que airoso del entuerto creando una trilogía épica que adapta la historia original siendo extremadamente fiel, pero a la vez entendiendo que el medio cinematográfico es otro distinto al literario y funciona con otras reglas.
La enorme producción que supuso la realización de El Señor de los Anillos no tenía parangón en su momento, y los efectos especiales son sorprendentemente buenos para la época. La trilogía de Peter Jackson supuso un hito, y a pesar de su larga duración no solo nunca aburre, sino que te engancha y hasta te emociona. No se ha hecho nada igual en la historia del cine ni antes ni después.
1. ¡Olvídate de Mí! (2004)
En el número uno tenemos tenemos a Eternal Sunshine of the Spotless Mind, traducida en España vilmente como ¡Olvídate de Mí!, título terrible que no le hace justicia en absoluto. Seguramente algún listo pensó que al estar protagonizada por Jim Carrey había que traducir el poético título original por algo más cachondo. Un error que durante un tiempo condicionó el acercamiento del público con más prejuicios a la película. Por fortuna, el tiempo pone todo en su lugar y ahora nadie duda de la enorme calidad de esta película.
¡Olvídate de Mí! está dirigida por Michel Gondry, con guion del genial Charlie Kaufman, al que ya mencioné en relación a Anomalisa -sí, cuela dos películas suyas entre las 10 mejores del siglo XXI-. Todo es perfecto en esta película. El guion es redondo; la dirección de Gondry encaja a la perfección con sus efectos especiales artesanales, muy en su estilo; las interpretaciones son sublimes, con Jim Carrey y Kate Winslet en los mejores papeles de sus carreras; los secundarios son de lujo y la banda sonora es maravillosa.
¡Olvídate de Mí! es una pesimista -cómo no, Charlie Kaufman-, visión sobre las relaciones de pareja, pero también una comedia con momentos muy divertidos. Para mí es una de las grandes películas de la historia sobre parejas, de esas que reflejan cada cierto tiempo a una generación, siguiendo la línea de Casablanca en los 40, Annie Hall en los 70 y, ahora, ¡Olvídate de Mí! en los 2000.
Hasta aquí el top 20 de las mejores películas de las dos primeras décadas del siglo XXI. Sé que se quedan muchas obras maravillosas fuera, pero no pueden estar todas, solo podía quedarme con 20. Pero eso sí: son todas las que están.