La Mesías, una propuesta de los Javis sin mesura
La serie del momento no cabe duda de que es La Mesías. La nueva propuesta de Javier Calvo y Javier Ambrossi, los Javis, para Movistar+ está dando mucho que hablar y los confirma como unos de los creadores y directores más interesantes de España.
Aunque, a pesar de lo que pueda parecer, la trayectoria de los Javis es bastante irregular. Empezaron con Paquita Salas en 2016, una serie simpática protagonizada por Brays Efe, pero a la que faltaba mucho para ser perfecta.
Un año después hicieron su única y lamentable incursión en el cine con La Llamada (2017). Un bodrio cuyo único interés reside en su temática religiosa, la crítica al fanatismo y la presencia de Macarena García, todo ello anticipando muchos de los elementos que nos vamos a encontrar en La Mesías.
No fue hasta la realización de Veneno (2020) que dieron la campanada. Una biografía sobre el famoso personaje de La Veneno que funcionaba endiabladamente bien. Una serie que una vez te pongas el primer episodio no podrás parar hasta terminártela entera del tirón.
En eso que llegamos a La Mesías, donde los Javis retoman muchos de los elementos que caracterizan su anteriores propuestas. La Mesías está fuertemente basada en la historia real del grupo musical ultracatólico Flos Mariae, que hace unos años se hizo viral en Internet por sus vídeos ridículamente naif, su cutre producción musical, sus desafinados cantos religiosos y sus iridiscentes vestidos. Tanto es así, que mucha gente dudó de que fueran un grupo real y no una parodia al estilo de aquella maravillosa campaña publicitaria que fue Amo a Laura.
Aunque La Mesías es prácticamente una biografía de la familia Bellido Durán, a diferencia de Veneno, en esta ocasión contiene muchas partes ficcionadas y nombres y lugares alterados, ya sea por motivos artísticos o, quizá más bien, por razones legales que les eviten más de una demanda. En cualquier caso, esto les permite a los Javis ir más allá de la historia en la que se basan -que ya da muchísimo de sí por sí sola-, y ahondar en su crítica al fanatismo religioso que ya vimos en La Llamada.
La Mesías se centra como personaje principal en el de Montserrat, la matriarca de la familia, interpretada por tres actrices diferentes según la época -igual que hicieron con La Veneno-: Ana Rujas, Lola Dueñas y Carmen Machi, respectivamente. A través de las peripecias de la madre vemos la evolución a lo largo de los años de toda la familia, en especial de los dos hijos mayores: Irene (Macarena García) y Enric (Roger Casamajor).
Los puntos fuertes de La Mesías están en la recreación de los años 80 y 90, muy bien realizada. Demuestra que los Javis han contado con una más que decente inversión para la producción.
Otro de los puntos fuertes son algunas de las interpretaciones. Mientras que Macarena García y Roger Casamajor dejan algo que desear, y Carmen Machi no pasa de ser casi un cameo; hay que decir que Lola Dueñas está enorme en su papel de la Montserrat de mediana edad.
Pero sin duda, lo mejor de la serie es Albert Pla. Desde que entra en escena se come la pantalla. Su papel de padre fanático religioso, a la vez apocado y turbio, aporta un mal rollo a la serie sin el cual no sería la misma.
Los problemas de La Mesías llegan con la falta de ritmo que lastra todos los capítulos. Al contrario de lo que ocurría en Veneno, donde el pulso era ejemplar y los episodios fluían y los podías ver uno tras otro sin pausa; aquí se hacen eternos y empezar el siguiente es como afrontar la subida al Everest.
El principal problema, que no el único, es la excesiva duración de cada capítulo, superado todos la hora de extensión -llegando algunos incluso a la hora y veinte minutos-. No hay duda de que lo mismo se podría haber contado de forma mucho más dinámica con un poco más de economía en las escenas. A cada capítulo le sobra un mínimo de veinte minutos de metraje, lo que en el total de la serie suma varias horas de morralla superflua que echa por tierra toda la experiencia de la propuesta.
La banda sonora de La Mesías se mueve también en un difícil equilibro. Por una parte, hay canciones que encajan muy bien con lo que se está contando; sin embargo, por otra, a veces resultan excesivos los pasajes musicales, que se alargan demasiado con fines melodramáticos. Lo que sí es una maravilla, son los temas originales de grupo Stella Maris -alter ego de Flos Mariae-. Los creadores de las canciones han sabido dar en el clavo.
Los peligros y mentiras del fundamentalismo religioso, y las consecuencias psicológicas en quienes lo sufren y no saben cómo superarlo, son el tema principal de La Mesías. Una propuesta muy en la línea de la trayectoria de los Javis, con una premisa muy interesante que podría haber dado mucho más de sí si los creadores hubieran sido capaces de mesurarse.
- La historia detrás de Flos Mariae
- Algunas interpretaciones no están a la altura
En tu línea. Llevando la contraria a la mayoría. Enhorabuena por tu crítica