Este verano HBO emitió la miniserie Heridas Abiertas (Sharp Objects) protagonizada -y también producida- por Amy Adams. A priori se trata de una de las apuestas más fuertes de la cadena esta temporada. Algo que es de agradecer teniendo en cuenta los recientes fracasos de las segundas temporadas de Westworld y de El Cuento de la Criada -esta última ni siquiera he podido terminar de verla-. Parece que en HBO lo tienen todo apostado a la temporada final de Juego de Tronos y queda muy poco presupuesto para el resto de series, lo que sin duda repercute en la calidad de las mismas.
En este contexto Heridas Abiertas es un soplo de aire fresco porque nos presenta un producto de calidad como hacía tiempo que no veía en HBO. En concreto en dos aspectos. Uno el apartado artístico y técnico, en el que nos encontramos una dirección con muy buen pulso a cargo de Marti Noxon, que además de director es creador, productor y guionista.
La miniserie cuenta con un montaje bastante dinámico, a veces abrupto y desconcertante, pero que en general funciona muy bien. Todo esto acompañado por una excelente fotografía de la cual son responsables -no sé si a partes iguales- Ronald Plante y Yves Bélanger. Este último con un excelente currículo en esta materia habiendo sido el encargado de la fotografía en películas estupendas como Brooklyn y Dallas Buyers Club.
El segundo aspecto son las interpretaciones. Amy Adams es la absoluta protagonista de Heridas Abiertas. Es lo que tiene producirte tu serie a tu medida y para tu propio lucimiento. Y vaya que si se luce. Adams es de las mejores actrices de la actualidad -creo que ya lo he dicho por aquí en varias ocasiones-, y siempre es un gusto verla en la pantalla. Además el papel de mujer con múltiples traumas que se obligada a enfrentarse a un pasado que llevaba toda la vida intentando evitar le va como anillo al dedo.
Pero no puedo dejar de mencionar al resto del elenco de actrices y actores. Heridas Abiertas es una serie de mujeres, eso está claro, porque sus personajes más fuertes e interesantes son ellas. Además de Amy Adams tenemos también grandes interpretaciones por parte de Patricia Clarkson -como su madre- y de Eliza Scanlen como su hermana. Sin embargo algunos roles masculinos están bastante desperdiciados, como el del detective Richard Willis interpretado por Chris Messina que queda un poco soso y podría haber dado mucho más de sí.
En general todo recuerda un poco a True Detective, ya que aquí la trata también de una serie de asesinatos en serie de unas niñas en un pueblo del sur de Estados Unidos. Por un lado la policía investiga los crímenes, mientras que por otro la periodista Camille Preaker regresa para escribir un artículo al respecto y de paso enfrentarse a su pasado. Aquí los crímenes parecen funcionar más como un Macguffin, una excusa para abordar los traumas y la historia familiar de Camille. Lo que comienza como la típica serie de asesinatos e investigación policial acaba siendo -en parte- otra cosa, y eso está bien.
Sin embargo la parte más floja de Heridas Abiertas es el guion. Una buena dirección, un montaje arriesgado, una buena fotografía y unas excelentes interpretaciones no consiguen enmascarar que quizá la serie pretende tener más trasfondo del que en realidad tiene. Con lo bien hecha que está a uno le gustaría que lo que contara estuviera a la altura de todo lo demás. Algo que no sé si consigue.
A su favor cuenta el número limitado de capítulos -solo ocho-, lo que sin duda es un acierto. Ya en algún momento da síntomas de flojear, así que haberla alargado más de eso habría sido echarla a perder. Y en cuanto al final, bueno, que cada cual decida si le convence o no.
A mí me ha gustado más el desarrollo que el desenlace, aunque en general el saldo es positivo, así que os la voy a recomendar. Ya me contaréis qué os ha parecido.
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