Spider-Man: No Way Home es la última y más esperada entrega del MCU de Marvel después otras como Eternals o Venom: Habrá Matanza que han dividido al público y a la crítica. En el caso de la nueva película de Spider-Man parece que hay mucha más unanimidad y que está gustando. Voy a intentar repasar sus pros y sus contras, algo que no va a ser fácil en un crítica sin spoilers -como siempre-. En ese aspecto, estimado lector, puedes seguir leyendo con tranquilidad.
En primer lugar he de decir que Spider-Man: No Way Home me parece sin duda la más entretenida y especial de las películas dirigidas por Jon Watts de este superhéroe del MCU. Todas has resultado más o menos satisfactorias, pero de las tres esta es la que es más puro Spider-Man. Sin duda a los fans de los cómics les encantará una película como esta.
A pesar de su larga duración, Spider-Man: No Way Home no se hace larga. Y aunque tiene algún que otro altibajo, entra sin duda entre las mejores películas del tan irregular universo de cinematográfico de Marvel. Eso sí, no llega a alcanzar la altura de Spider-Man 2 (2004) de Sam Raimi, la mejor película hecha sobre este superhéroe y una de las mejores de superhéroes de todos los tiempos.
Dicho todo lo anterior, aunque la película es desde luego muy disfrutable por algunos de los elementos que contiene, más allá de eso el guion es un total despropósito que hace que Spider-Man: No Way Home esté lejos de ser redonda.
Las decisiones que toma Spider-Man (Tom Holland) son absurdas en muchos casos. Eso se podría justificar en la primera película, cuando era más joven y nuevo en esto de ser un superhéroe. De hecho resultaba hasta entrañable. Pero a estas alturas, con tres entregas más su participación en Vengadores, resulta inverosímil que se siga comportando como un idiota.
Peor aún es el rol del Doctor Extraño en esta película. Parece una caricatura de sí mismo que resulta del todo impostada teniendo en cuenta lo que sabemos del personaje. Si estuviéramos en una realidad paralela del multiverso podría resultar creíble que hay un Doctor Extraño idiota, al igual que hay un Spider-Cerdo. Pero no es el caso, y en esta realidad el personaje encarnado por Benedict Cumberbatch está definido ad hoc para que la historia avance tal y como quieren los guionistas, sin coherencia interna alguna.
Y esto son solo las incoherencias más importantes, pero hay muchas más de las que no voy a hablar para no hacer spoilers. Por lo tanto, Spider-Man: No Way Home no va a gustar a quienes busquen algo de solidez interna en el guion y con el resto del MCU anterior.
Por otra parte, el punto fuerte de Spider-Man: No Way Home son las sorpresas y los momentos más emocionales y, por supuesto, también el sentido del humor. Si bien no todos ellos están del todo bien resueltos, en general resultan muy satisfactorios para los fans y muy entretenidos.
Spider-Man: No Way Home funciona, entretiene y sigue abriendo caminos para lo que vendrá en el futuro próximo de Marvel. Resulta muy disfrutable de ver siempre que no te importe que algo tenga el más mínimo sentido.
- El sentido del humor
- Lo entretenida que es