Pobres Criaturas, el Frankenstein de Yorgos Lanthimos

Por fin ha llegado a los cines en España Pobres Criaturas, la última película del director griego Yorgos Lanthimos. Y viene precedida de la aclamación de crítica y público, un aluvión de nominaciones -en 11 categorías en los Óscars- y premios como el León de Oro en Venecia.

Lanthimos es sin duda uno de los mejores y más interesantes directores de la actualidad. Desde las geniales y crudas Canino (2009) y Langosta (2015), hasta la última época, más accesible para el gran público, con obras maestras como El sacrificio de un ciervo sagrado (2017) o la estupenda La Favorita (2018).

Con Pobres Criaturas parece que Lanthimos ha alcanzado su punto álgido, ya que hay unanimidad en los elogios que recibe. Sin duda, se trata de una de las películas más interesante de 2023 -aunque se haya estrenado en España este año-, y una seria candidata a acaparar muchos premios en los próximos Óscars.

Pobres Criaturas es una fábula entre victoriana y steampunk llena de sentido del humor que recuerda en su premisa mucho al Frankenstein de Mary Shelley. Con la diferencia que de aquí el «monstruo» no va en busca de su creador, sino que al contrario, huye de él para descubrir el mundo.

Encontramos aquí otro paralelismo con la reciente Barbie. Se trata de una mujer, ingenua, ignorante de lo que hay fuera de su idílico entorno, que parte para descubrir la realidad del mundo exterior. Por el camino se descubre a sí misma y se empodera como mujer en un entorno patriarcal que pretende controlarla y someterla.

Ahora bien, en la película de Lanthimos este discurso no resulta tan pulcro. Se nota el punto de vista masculino del director en el desarrollo del perfil de la protagonista y sus peripecias -extensión, claro, del guion de Tony McNamara basado, a su vez, en la novela de Alasdair Gray-. Mientras que Barbie, con sus más y sus menos, al estar dirigida por Greta Gerwig tiene su punto feminista más afinado; en Pobres Criaturas hay discursos que son difícilmente defendibles desde el punto de vista del feminismo y el empoderamiento de la mujer.

Pero hablemos de lo realmente importante. Pobres Criaturas es Emma Stone, y Emma Stone es Pobres Criaturas. La actriz, colaboradora habitual de Yorgos Lanthimos, realiza una interpretación sublime. De lo mejor que hemos visto en cine en mucho tiempo. Sin duda, Stone está en su mejor momento, y me sorprendería mucho que no se llevara el Óscar a la mejor actriz este año.

El resto del elenco también hace un gran trabajo. Tanto Willem Dafoe como Mark Ruffalo están maravillosos. Además del, para mí desconocido hasta ahora, Ramy Youssef como Max.

El diseño de producción es también espectacular. Un universo futurista basado en la época victoriana puede dar mucho de sí, y Lanthimos aprovecha todo el potencial que tiene regalándonos unos escenarios maravillosos. Los cuales aún explotan más cuando pasamos al color.

Lo que nos lleva a una fotografía estupenda y un uso de la cámara que contribuye a hacer más surreal si cabe el mundo de Bella. Si bien el abuso de objetivos con exageradísimos grandes angulares acaba saturando y llega un momento en el que se pierde el efecto.

Pobres Criaturas es una de las películas más interesantes que se encuentran en este momento en cartelera -con permiso de La Zona de Interés-. Aunque he de decir que el resultado final no me ha convencido tanto como para colocarla entre las mejores de este interesantísimo director.