Lupin, un plan no tan perfecto
Una de las primeras series en estrenarse este 2021 y llegar con fuera a Netflix ha sido la francesa Lupin. Se trata, como su título indica, de una producción que hace referencia al famoso personaje literario Arsène Lupin, el ladrón de guante blanco. En esta ocasión está protagonizada por el actor francés de origen senegalés Omar Sy.
Lo primero que hay que aclarar, para que nadie se lleve a engaño, es que la serie no va sobre Arsène Lupin en sí, no se trata de una adaptación de los libros de Maurice Leblanc. Sino que se trata de una adaptación moderna del personaje ambientada en nuestros días.
Para encajar estas dos ideas los creadores de Lupin han sido bastante ingeniosos. Nuestro protagonista, Assane Diop (Omar Sy), es un fan absoluto de Arsène Lupin y, al igual que él, también se ha dedicado al robo de guante blanco y es un maestro del disfraz. De esta se conecta una trama contemporánea con el personaje original de los libros. El cual, por supuesto, nunca llega a aparecer, porque en la serie es tratado como lo que es: un personaje de ficción.
Lupin empieza bien, con un primer episodio que funciona más que correctamente para plantear ideas interesantes y enganchar al espectador. En general, la serie mantiene un muy buen ritmo a lo largo de los cinco episodios de los que consta hasta el momento. Lupin es entretenida y está muy bien producida, lo que no es poco.
Además, los orígenes sociales del protagonista contrastan con ciertos misterios que se van desvelando y que implican a gente de clase alta. Este enfoque de clase convierte a Lupin en un relato mezcla de géneros, desde el cine social hasta, por supuesto, el thriller y la temática de robos. Vamos, que tiene todos los ingredientes para resultar interesante.
Los problemas en Lupin llegan conforme comienzan a pasar los escasos cinco capítulos que tiene la temporada. Pronto empiezan a vérsele las costuras a un guion que es evidente que no está muy trabajado. Agujeros de guion tremendos y cosas que ocurren sin justificación alguna y muy oportunamente son la tónica habitual.
Pero para mí lo más imperdonable es que al final la trama no vaya a ninguna parte. Y es que Lupin está incompleta. Quizá sea porque la pandemia ha dificultado la realización de la serie, o sencillamente, que una producción francesa no tiene los recursos para crear de golpe muchos capítulos de esta calidad -que en general está bastante bien-.
Sea como sea, el caso es que han optado por lanzar una serie que está a medias, y que va a dejar al público también a medias de todo, ni siguiera en un cliffhanger. El formato serial implica dejar cosas abiertas para continuar en una temporada siguiente, pero también la división en temporadas necesita de definir y cerrar arcos argumentales. Otra cosa no es más que una tomadura de pelo y una pérdida de tiempo.
Lo mejor de Lupin es sin duda su protagonista: Omar Sy. A Sy lo conocimos en su famoso papel en Intocable (2011), desde entonces se ha convertido en una estrella del cine francés, con alguna que otra incursión en producciones norteamericanas. Su carácter al interpretar dotan al personaje de cierta ironía y sentido del humor que le viene muy bien a la serie.
Lupin es una serie bien producida y razonablemente entretenida. Un thriller del subgénero robos con la cantidad justa de enfoque social que la lleva un paso más allá del mero entretenimiento. Es una lástima que no se hayan trabajado más y mejor el guion y que no haya entregado un producto completo, lo que desmerece sus virtudes y el resultado final.
- El toque social
- un buen ritmo
- Temporada imcompleta
«Lupin» es, quizá, la serie reciente que más veces nos hemos dicho: «la vemos?» y al final, acaba quedándose en el tintero. Quizá, como todo el mundo remarca los grandes fallos de guion, nos echa atrás. Con todo, estoy seguro que la veremos, porque hay algo, que nos llama la atención.
Como siempre, buena crítica.
hemosVisto!