Mrs. America, un drama político de primer orden pero sin pulir
Mrs. America es una miniserie norteamericana que podemos ver en HBO. Se trata de una dramatización basada en hechos reales de la lucha política que se dio en los años 70 en Estados Unidos por la ratificación de la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA, en sus siglas en inglés). La igualdad a la que hace referencia la enmienda lo que pretende es equiparar los derechos de las mujeres a los de los hombres, algo que, por increíble que parezca, a día de hoy aún no se ha hecho efectivo en los EE.UU.
Lo primero que llama la atención de Mrs. America es increíble reparto con el que cuenta. Por supuesto, tenemos a Cate Blanchett en el papel de la conservadora Phyllis Schlafly. Como siempre, esta mujer borda lo que hace, en un registro muy distinto al que le vimos hace poco en Dónde estás, Bernadette. Si Blanchett no hubiera estado al frente de la serie mi valoración sería muy diferente.
Pero la auténtica sorpresa de la miniserie en realidad es Rose Byrne como la escritora y activista feminista Gloria Steinem. Byrne hace una actuación de lujo, y con su sola presencia ante la cámara ya llena el papel. Algo que se nota sin necesidad de conocer al personaje real al que interpreta.
Además, les acompañan otras actrices y actores como Margo Martindale, Sarah Paulson, Elizabeth Banks, Melanie Lynskey –Criaturas Celestiales (1994)- o James Marsden -al que hemos visto recientemente en Dead To Me-. En definitiva, un reparto espectacular para una producción de altura. La cuestión es si llega tan alto como pretende.
El enfoque de Mrs. America es muy interesante, ya que desde el principio compara ambas posiciones sin mojarse en cuál de las dos facciones tiene más o menos razón. Por un lado tenemos al grupo de mujeres que están en contra de la ERA, encabezados por Phyllis Schlafly; mientras que por el otro están las mujeres que impulsan la enmienda, las cuales en la serie están principalmente representadas por Gloria Steinem.
Esta supuesta neutralidad de la serie, por supuesto, no es tal. Al final Mrs. America toma partido por las feministas, como no podría ser de otra manera. Además, lo hace de una forma muy acertada, manteniendo la tensión entre ambos posicionamientos, pero luego inclinando la balanza por medio del personaje de Alice (Sarah Paulson), el único ficticio de la serie. En ese sentido me parece un guion muy acertado y muy fino. Todo muy bien traído.
También es muy interesante todo lo que tiene que ver con la confrontación política y lo que aquí llamamos coloquialmente el «politiqueo». La lucha, las maniobras y las tretas para conseguir tal o cual objetivo político son muy realistas. Claro que la miniserie está basada en hechos reales, pero aún así no siempre se consigue trasladar a la pantalla los matices de la realpolitik sin caer en estereotipos simplificados para el gran público. En este caso lo han conseguido.
Sin embargo, Mrs. America no está exenta de problemas. El primero es que el desarrollo de la trama es demasiado disperso y no consigue atrapar el interés del espectador, a pesar de que los hechos que se narran son interesantísimos. Hay una historia con garra en Mrs. America, con personajes fascinantes y con un trasfondo político tan importante como urgente.
Por desgracia, todo se diluye en una serie demasiado extensa con algunos personajes en los que se empieza a profundizar para que luego desaparezcan sin más. Entonces, ¿para qué se les ha dedicado tanto tiempo? En definitiva, a la serie le hace falta tener más claro hacia a dónde va.
Otro problema, para el público no estadounidense -y para el estadounidense que no conozca al detalle la historia política de su país-, es que el contexto histórico y político del momento en el que se desarrollan los hechos no está lo suficientemente explicado. Si no conoces cómo funciona la política en EE.UU., cómo va el bipartidismo de demócratas y republicanos, qué es un caucus o quiénes fueron los presidentes en los 70 y a qué partido pertenecían; es muy probable que acabes muy confuso. Yo mismo que, sin ser ningún experto, algo sé del tema, reconozco que hubo momentos en los que acabé algo perdido.
Mrs. America es una producción excelente con un reparto de infarto, muy original en su planteamiento y muy acertada en sus conclusiones. Un drama político de primer orden muy a tener en cuenta, que sin embargo queda lastrado por cierta dispersión del guion. Me quedo con la sensación de oportunidad perdida. Un diamante en bruto que por desgracia se ha quedado sin pulir.
- El enfoque enfrentando ambas posturas
- Dedica mucho tiempo a personajes que luego no van a ninguna parte
- Era necesaria una mayor contextualización histórica y política