Esos son otros López

Mientras Dure la Guerra, una mirada distinta sobre la Guerra Civil

Mientras Dure la Guerra

Mientras Dure la Guerra

Esta semana ha llegado a la cartelera de los cines la última película de Alejandro Amenábar titulada Mientras Dure la Guerra. Han pasado cuatro años desde que estrenó su anterior film, la aceptable Regresión (2015). En esta ocasión se trata de un drama histórico ambientado en los primeros días de la Guerra Civil Española.

En Mientras Dure la Guerra hay en realidad dos películas. Una se centra en la figura de Miguel de Unamuno, quien inicialmente apoyaba a los sublevados del golpe militar, y cómo él y sus amigos van sufriendo poco a poco las consecuencias del fascismo. La otra la protagonizan la pareja formada por Franco y Millán-Astray y en sus intrigas para hacerse con todo el poder en el movimiento. Por supuesto ambas se entrelazan en algunos puntos -como por ejemplo el famoso enfrentamiento entre Unamuno y Millán-Astray-, pero en la mayor parte del metraje funcionan como dos historias paralelas.

La de Unamuno es la más interesante, porque seguimos al personaje asistiendo a su propio viaje interior y cómo pasa de apoyar el alzamiento a albergar serias dudas sobre lo que están haciendo los golpistas. La fuerza de esta trama se sustenta plenamente en la soberbia interpretación de Karra Elejalde en el papel de Miguel de Unamuno. Uno de los mejores actores de este país en un rol que sin duda lo encamina para ganar el Goya a mejor actor.

Aunque muy precisa en muchos datos históricos, Mientras Dure la Guerra también se toma muchas licencias. Como en toda película de este tipo no hay que tomársela al pie de la letra y para los hechos reales hay que recurrir a otras fuentes. Quizá de todas las inexactitudes, la que más me llama la atención es que Amenábar haya optado por omitir el hecho de que Unamuno fue concejal del bando Nacional en Salamanca tras la destitución -y posterior fusilamiento- de Casto Prieto. Quizá la intención del director es blanquear al personaje protagonista para que no pareciera tan de derechas y cómplice del golpe como en realidad era.

La segunda trama, sin embargo, es más floja. El drama político nunca llega a ser lo suficientemente profundo como para que cale, y queda más en una sucesión de episodios, de final más que previsible, que resultan curiosos -y en algún momento algo forzados-, pero poco más. En esta ocasión otra vez la fuerza que tiene la historia es gracias a las grandes interpretaciones de sus protagonistas.

En primer lugar la fenomenal caracterización de Santi Prego como Francisco Franco unida a una interpretación contenida y sutil que hace que por momentos creas estar viendo al mismísimo dictador fascista. Otro candidato al Goya, en este caso a mejor actor revelación. En segundo lugar un Eduard Fernández en estado de gracia que consigue recrear a la perfección un personaje tan oscuro y repugnante como Millán-Astray.

En definitiva, si hay algo que destacar en Mientras Dure la Guerra es sin duda la fuerza de las interpretaciones de sus tres protagonistas, así como la estupenda caracterización realizada por el equipo técnico.

Está claro que estamos ante una gran producción, y eso se nota especialmente en la fotografía y en la escenografía de época. Además, Amenábar demuestra una vez más su buen pulso como director narrando las dos historias con un ritmo perfecto, que hace que no decaiga en ningún momento. El uso de la cámara, con mucho primeros planos, es también muy acertado y creativo sin destacar demasiado.

Mientras Dure la Guerra puede parecer a priori una película más sobre la Guerra Civil Española -y van-. Sin embargo el enfoque es novedoso, porque es una de las pocas que narran el golpe de estado desde el punto de vista del bando fascista y, además, con personajes ambiguos -como es el caso de Unamuno, un republicano de derechas- que no son fáciles de encajar en el típico relato maniqueo de buenos y malos.

Está claro que la intención última de Amenábar es enlazar el pasado con el presente y mostrarnos que muchos de los debates que tenemos ahora también ocurrían hace casi un siglo. Se trata de insistir en el tópico de las dos Españas irreconciliables. Yo no puedo estar del todo de acuerdo con ese mensaje, pero también es verdad que algo de razón lleva. Las escenas donde esto se hace evidente resultan de lo más chocante en la película, porque es casi imposible que el espectador no se sienta reflejado de alguna manera.

Mientras Dure la Guerra es una más que digna película de época cuya calidad y enfoque la distancia del cliché de «otra película sobre la Guerra Civil« y la convierte en una referencia a la hora de acercarse al episodio en concreto que relata. Muy recomendable.

Mientras Dure la Guerra
7.5 Puntuación total
Pros
- Las excelentes actuaciones
- El enfoque novedoso
Contras
- Las muchas licencias históricas
- La trama de Franco resulta un tanto episódica
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones
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