Por fin se ha estrenado IT, la esperada adaptación de la novela de Stephen King del mismo nombre. La cual se viene a sumar a la lista de títulos del escritor de Maine que se están llevando estos meses tanto al cine como a la televisión. Tenemos por ejemplo La Torre Oscura -de la que ya os hablé aquí– o la serie La Niebla de Netflix -de la que os hablaré más adelante-.
Recordemos que IT ya contaba con una adaptación para televisión de más de tres horas realizada por Tommy Lee Wallace en 1990. En aquel caso la producción era bastante pobre aunque, como suele ocurrir con estas cosas al añadirle el factor tiempo, al final se ha convertido en una cinta de culto. Buena parte de culpa la tiene el personaje del payaso Pennywise interpretado entonces por Tim Curry.
¿Mejora la nueva versión con respecto a la anterior? ¿Es una buena adaptación de libro? ¿Era necesaria? La respuesta a todas las pregunta es: sí, sin duda.
IT es cine y no televisión, como lo era la anterior, y eso se nota. Una historia de este calado, uno de los mejores libros de King y uno de los mejores de terror de todos los tiempos se merecía una película seria que le hiciese justicia de verdad.
Se nota que la película dirigida por Andrés Muschietti cree en el relato y en sus personajes. Ahí están todos: Bill, Ben, Beverly, Richie, Mike, Eddie y Stan. Y por supuesto también Pennywise.
El acierto de casting al elegir a los protagonistas también ayuda. Los niños defienden muy bien sus papeles, aunque es cierto que en cuanto a interpretación la cosa está un poco desequilibrada. Destaca el trabajo de Sophia Lillis como Beverly, el de Jack Dylan Gracer como Eddie y el de Finn Wolfhard como Richie -al que recordaréis por Stranger Things-.
Sin embargo Jaerden Lieberher y Jeremy Ray Taylor en los papeles de Bill y Ben respectivamente -dos roles protagonistas- hacen una actuación más mediocre. Los dos restantes del grupo Wyatt Oleff como Stan y Chosen Jacobs como Mike prácticamente pasan desapercibidos.
Mención aparte para Bill Skarsgård en el papel del payaso Pennywise. Se ha hablado mucho de la nueva encarnación de este personaje. En mi opinión solo puedo calificar la actuación de correcta, ya que entre tanto maquillaje y tanto efecto especial es difícil discernir la calidad interpretativa de Bill Skarsgård.
Quizá en este punto mi opinión esté condicionada por el hecho de que no me ha convencido tanto el payaso. IT no da miedo, aparte de algún susto ocasional. No hay terror en la película de Andrés Muschietti. Y es una pena.
Cualquier otra película de género lo hace mejor en ese aspecto. Cualquiera puede hacer cine de susto con un corte de montaje y un golpe de sonido. Pero lo importante es la atmósfera de tensión que se genera previa al clímax de la escena. IT carece de esta tensión casi por completo. Y eso es el gran problema de esta nueva versión a cargo del director argentino.
Por esa razón quien busque una película de terror de género en IT seguramente se lleve una decepción. Sin embargo el libro de Stephen King no va tanto de eso, sino que es más bien un thriller psicológico que habla por un lado del paso de la niñez a la madurez de los niños en un mundo de adultos que los ignoran y no les hacen caso ni les comprenden. Y por otro de unos niños que al convertirse en adultos se han llenado de traumas y miedos.
Mientras que el libro y la adaptación para televisión de IT relataban entremezcladas historias de los protagonistas cuando eran niños y cuando son adultos. Esta nueva versión se ha dividido en dos películas. La primera es esta -subtitulada como «Capítulo 1»-, y se centra enteramente en cuando los protagonistas eran niños. La segunda se estrenará en 2018 y contará la historia de cuando son adultos. Me parece una decisión muy acertada, porque lo que puede funcionar bien en la literatura no tiene por qué hacerlo en el cine, como lo demostró la película de 1990.
Claro que al contar solo la historia de los niños IT parece casi una copia de Cuenta Conmigo (Stand by Me, 1986), otra película basada en un relato de Stephen King con argumento muy similar. También he oído decir que esta película le debe mucho a Stranger Things -a lo que seguro que ayuda la presencia de Finn Wolfhard que también aparece en esta serie-. Lo cual es ridículo. Es Stranger Things la que saca buena parte de su argumento e imaginario de los relatos de Stephen King, y no al revés.
En cualquier caso la parte que se aleja de los sustos y que se centra más en los niños, sus historias, sus relaciones con los adultos y su amistad es la más sólida de IT. Aunque esta nueva versión contiene muchos más cambios con respecto de la novela estos no están mal llevados y el espíritu de la misma se encuentra perfectamente reflejado en ella.
IT dura 135 minutos que se pasan en un respiro. El ritmo te tiene permanentemente enganchado a las peripecias de los siete niños y el maldito payaso que los persigue. Se trata pues de una película absolutamente recomendable a pesar de no ser perfecta ya que no alcanza lo que cabría esperar de ella en las partes más puramente de terror.
Para ver cómo acaba y hacer una valoración global habrá que esperar al año próximo.