Handia, una producción de primer nivel que se merecía una mejor distribución
Tenía pendiente hacer la crítica de Handia, la película que arrasó en los pasados premios Goya llevándose diez de ellos. Eso sí, salvo el de mejor guion original y mejor actor revelación, todos técnicos. Se quedó fuera de los principales como mejor película y mejor dirección, los cuales se llevó muy inmerecidamente Isabel Coixet por La Librería.
Lo primero que llama la atención de Handia es el aspecto técnico. No cabe duda de que los premios Goya son más que merecidos. Una fotografía a la altura de las mejores películas de Hollywood y una escenografía estupenda hacen que se sumerjas en la película y te la creas. Además, la banda sonora y, en especial, el sonido son excelentes. Lástima que justo el Goya a mejor sonido no se lo llevara.
También se llevó el premio a los mejores efectos especiales. Y es que la integración de el gigante con el resto de actores y en el conjunto de la escenografía está muy bien conseguida. Tanto es así que recuerda a El Señor de los Anillos de Peter Jackson cuando integraba a hobbits con humanos.
Y es que Handia, que significa «grande«, se basa en una leyenda vasca basada en hechos reales sobre un hombre que vivió a mediados del siglo XIX en Guipuzcoa y que medía más de 2,20 metros de altura. La película nos narra las peripecias de dos hermanos: Martín y Joaquín. El primero al volver de la guerra carlista se encuentra con que su hermano ha crecido notablemente. A partir, para salir de la pobreza, comienzan un negocio circense ambulante que no consiste en otra cosa que en exhibir a Joaquín ante el público anhelante de bichos raros.
Handia tiene una clara deuda con El Hombre Elefante de David Lynch. No es que las historias sean iguales, pero desde luego sí que existen ciertos paralelismos entre ambas. Algo que se acentúa si tenemos en cuenta que suceden más o menos en la misma época. Esto no lo digo como algo negativo, sino al contrario: es una influencia que ayuda a mejorar el conjunto.
Es cierto que la historia que nos relatan en Handia tampoco va mucho más allá ni da mucho más de sí de lo que suponemos. Ahora bien, esto se compensa con un guion excelente, muy bien construido, que quizá solo flojea cuando alargan el final un poco más de lo necesario. Muy merecido Goya al mejor guion original que firman Jon Garaño, Aitor Arregi, José Mari Goenaga y Andoni de Carlos.
Los dos primeros, Jon Garaño y Aitor Arregi, son además los directores de Handia. Recordemos que fueron también los responsables de Loreak (2014), una cinta íntima pero resultona que tuvo muy buenas críticas en su día. Garaño y Arregi llevan con muy buen pulso el relato sobre Joaquín y Martín consiguiendo que nunca decaiga la atención.
En cuanto a los actores, tanto Joseba Usabiaga -Martín-, como Eneko Sagardoy -Joaquín- hacen un gran trabajo. En especial este último en su caracterización del gigante de Alzo. Muy merecido también el premio Goya a mejor actor revelación.
En definitiva, Handia es una producción de primer nivel, en especial en las cuestiones técnicas, pero muy disfrutable también en resto de apartados. Películas como esta demuestran el buen cine que se puede hacer en España, y en concreto en Euskadi. Es una lástima que este tipo de obras con consigan la distribución necesaria, seguramente por estar rodada en euskera.
Si algunos la hemos conseguido ver Handia en pantalla grande ha sido gracias a la repercusión de los Goya. Luego otras películas españolas lamentables bien que las exhiben en todas las salas. No es que el cine español sea malo de por sí, sino que prácticamente solo se distribuyen las comedietas más mediocres, mientras que el cine de calidad que se pueda hacer en este país queda relegado a pases especiales y solo en grandes ciudades.
- Escenografía
- Efectos especiales
Isabel Coixet tiene halo y tiene el favor de las distribuidoras y de la prensa, el cine español alternativo no tiene esa suerte aunque se lo merezcan mucho más. Personalmente, tuve la suerte de perla en su lanzamiento y en euskera, y me encantó Handia. La recomiendo totalmente, por casting, ambientación, historia… una pequeña gran joya.
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