Han Solo: Una historia de Star Wars decepciona en todo lo que puede decepcionar
La nueva entrega dentro del universo Star Wars que ahora está en manos de Disney ha sido Solo: A Star Wars Story traducido en España como Han Solo: Una historia de Star Wars. Forma parte de los spin off intermedios que van sacando entre los nuevos episodios de la saga principal. Tras el Episodio VII llegó Rogue One y ahora le ha tocado el turno a Han Solo, el carismático personaje interpretado por Harrison Ford.
La historia de la película se remonta, como ya sabíamos que iba a ser, a los orígenes de Han Solo. Se trata de su juventud y de cómo se convirtió en el pícaro contrabandista que conocimos en la primera película de todas de Star Wars, conocida después como el Episodio IV: Una Nueva Esperanza.
No me voy a andar con roderos: Han Solo: Una historia de Star Wars decepciona en todo lo que puede decepcionar, como era previsible. Tanto es así que hasta hace buena a Rogue One. Y es que el riesgo que se corría era muy grande. Harrison Ford dejó el listón muy alto, y este intento de reactivar el personaje de Han Solo estaba desde el principio, por su solo concepto, al borde del precipicio.
El actor elegido para interpretar a Han Solo ha sido Alden Ehrenreich. Ehrenreich hace lo que puede, pero si interpretación es un tanto anodina y, desde luego está a años luz del carisma de Harrison Ford. Ni con el Halcón Milenario podría recorrerse la distancia que les separa. Ese es uno de los principales problemas de Han Solo: Una historia de Star Wars, que no consiguen que el protagonista sobre el que gira toda la película esté a la altura.
A Alden Ehrenreich lo acompañan Emilia Clarke, Donald Glover y Woody Harrelson. Clarke, a la que conocemos bien por su papel de Daenerys Targaryen en la serie de televisión Juego de Tronos, hace el papel de «la chica» y aunque intentan darle más protagonismo hacia el final la verdad es que no resulta interesante. Donald Glover ha tenido recientemente bastante repercusión con su videoclip This Is America bajo el pseudónimo de Childish Gambino en su faceta de artista musical. Antes del estreno se hablaba mucho de su papel de Lando Calrissian -en el pasado interpretado por Billy Dee Williams-, y del carácter que iba darle. Pero al final todo queda en nada. Una pena.
Por otro lado Harrelson hace otro de esos papeles secundarios a los que tanto nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos. En ese aspecto solo uno más en su carrera por el que habrá cobrado una pasta gansa. Ahora bien, Woody Harrelson es lo mejor de la película -para que os hagáis una idea del nivel-. Y cuando un secundario tiene más carisma que el protagonista y se lo come con patatas, malo.
En cuanto al guion no puedo decir nada bueno. Cumple su función, pero no aporta nada, se olvida y se hace largo de más para lo que tiene que contar. Lo peor es que intuyo que con Han Solo: Una historia de Star Wars pretenden no solo hacer un spin off, sino toda una saga. Eso explicaría que importantes acontecimientos en la vida de Han Solo se hayan quedado fuera. Si hubieran hecho una sola película que fuera al grano para darnos a los fans lo que queremos sin duda habría sido mejor. Pero el todo-por-la-pasta hace que vayan a estirar la trama hasta en dos o tres películas, lo que será insufrible.
Por lo demás por ahí hay una robot -no podría faltar el androide de turno- con algo de interés pero por completo desperdiciada. Era mucho mejor K-2SO en Roge One.
En fin, solo para muy fans. Y a lo mejor ni eso, porque pueden salir del cine escandalizados con lo que han hecho con su personaje favorito de Star Wars.