Fariña, la Narcos española

He aprovechado estos días de confinamiento para ver Fariña, una serie que tenía pendiente desde hace tiempo. Se trata de una miniserie de diez episodios producida por AtresMedia, y que actualmente se puede ver también en Netflix.

Fariña se basa en el libro homónimo de Nacho Carretero, al que recordaréis por la polémica que surgió en 2017 en torno al intento de censura que se produjo por la denuncia del exalcalde de El Grove Alfredo Bea Gondar, y el torpe secuestro de todos los ejemplares del mismo por la jueza Alejandra Fontana. Esto produjo un efecto Streisand de manual y la fama del libro se disparó. No podrían haberle hecho mejor campaña publicitaria.

Fariña trata del narcotráfico en Galicia en los años 80 del siglo pasado. No el leído la novela pero, por lo que se ve en la serie, parece obvio que se trata de un relato dramatizado de los acontecimientos, pero a la vez basado en rigurosos hechos y personajes reales. La gente de una generación recordamos perfectamente la Operación Nécora que catapultó a la fama al juez estrella Baltasar Garzón, y también nos suenan otros nombres como el clan de los charlines, Laureano Oubiña o Sito Miñanco.

La serie de AtresMedia cumple a la perfección el papel de ser la Narcos española. No solo porque los acontecimientos trascurren en la misma época y paralelos a los de los cárteles de Medellín y Cali en Colombia; sino porque la realización de Fariña es impecable y funciona tan bien como la producción de Netflix que nos relata la vida de Pablo Escobar.

También ayuda el buen trabajo de los actores y actrices. Javier Rey hace un gran trabajo como Sito Miñanco, así como Antonio Durán cuenta con una caracterización estupenda como Manuel Charlín, o Carlos Blanco como Laureano Oubiña. Me ha gustado especialmente el papel de Isabel Naveira como Pilar, la hija de Manuel Charlín. Sin embargo, el que menos me ha convencido ha sido Tristán Ulloa. Quizá por el hecho de que ser un rostro más famoso en medio de un reparto más bien de desconocidos le resta autenticidad.

La producción de AtresMedia es buena. Aún sin contar con todos los medios de otras series, tiene los suficientes para hacer el relato creíble. La buena dirección y unos guiones sólidos y fluidos basados en un material excelente, hacen el resto.

Fariña es una miniserie que se ve del tirón. Podemos decir sin miedo a equivocarnos que en lo que respecta a series de televisión estamos ante lo mejorcito que se ha hecho en este país en mucho tiempo. No os la perdáis, porque además aprenderéis mucho de un periodo de nuestra historia.