American Horror Story es posiblemente la serie con el mejor título de la historia de las series. O por lo menos el más acertado. Es americana, cada temporada cuenta una historia y es horrorosa. Horrorosa de mala. Creo que no corro ningún riesgo si digo que no hay una serie peor en esta época dorada del género.
He visto todas las temporadas hasta la fecha y solo ha ido de mal en peor. Su primera entrega, «Murder House«, tenía un punto interesante e incluso innovador. El uso exagerado de la cámara, las ópticas -grandes angulares para todo-, los tiros de cámara absurdos y forzados y esa estética de videoclip de Marilyn Manson son la seña de identidad de la serie. Por supuesto se trata de recursos efectistas para deslumbrar al espectador y tratar de evitar así que se dé cuenta de la profunda chorrada que es todo lo que está viendo en pantalla.
En cualquier caso -como he dicho y dejando aparte el cargante apartado visual-, la primera temporada, sin ser una maravilla, estaba entretenida y tenía su aquel para pasar el rato. A «Murder House» le siguió «Asylum«, mucho más excesiva y disparatada, hasta tal punto que era insufrible. Pero a su favor tengo que decir que en cuanto a la estética y la ambientación sí que supuso un avance: más trabajada, más cuidada y mucho más escabrosa que la anterior.
A partir de aquí el desastre es total. Vamos, que ni el Titanic. La tercera y cuarta temporada, «Coven» y «Freak Show» respectivamente, son un par de chorradas, absurdas, ridículas, cargantes y, lo peor, soporíferas. El rollo de las brujas en «Coven» está a la altura de otra serie popular: «Embrujadas«; y el circo de «Freak Show» da vergüenza ajena. Por supuesto nada aquí da miedo o tiene el más mínimo suspense.
Llegados a este punto no tengo excusa ni perdón por haber empezado a ver la quinta temporada, y hasta ahora última, de American Horror Story: «Hotel». Sabía perfectamente a lo que me enfrentaba y aún así empecé a verla. Quizá fue el efecto Lady Gaga y la curiosidad por ver qué papel hacía en la serie. Sobre todo después de llevarse el Globo de Oro a la mejor actriz en una miniserie. Y lo cierto es que tanto su actuación como la temporada están a la altura de su sobreactuada pose al recoger el Globo de Oro: la del betún.
Lo reconozco, estoy escribiendo este artículo sin haber terminado de ver la temporada entera. No he podido. Y eso que solo son doce capítulos. Es la primera vez que me pasa, pero es que ¿para qué perder un minuto más de mi vida con esta basura? American Horror Story: Hotel es increíblemente aburrida. Ni Lady Gaga ni pepinillos en vinagre que valgan pueden salvar semejante despropósito. Y es que «Hotel» es la peor de todas las temporadas, con diferencia. Lo que es decir mucho.
Sé que esta serie está triunfando y que tiene una legión de seguidores. También que cuenta con un buen elenco de actrices y actores. Pero, aún a riesgo de que me tachen de hater, no la soporto. Es insufrible y alguien tiene que decirlo, como aquel niño de la fábula que proclamaba que el emperador iba desnudo. Y estoy seguro de que no soy el único que piensa así.
