Doom Patrol es diferente y simpática, pero no exenta de problemas
Doom Patrol es una serie de HBO sobre unos superhéroes que nada tienen que ver con a lo que estamos acostumbrados. Es, junto a The Boys -de la que hablaré más adelante-, una de las propuestas que están llegando en estos tiempos que nos aportan alternativas al tan manido tema de los superhéroes, con puntos de vista más patéticos y oscuros.
Doom Patrol se basa en el cómic del mismo nombre de DC, el cual se lleva publicando desde los años sesenta y que alcanzó su etapa más celebrada de manos del famoso Grant Morrison. No he leído dichos cómics, así que solo puedo centrarme en la crítica de la serie de televisión sin opinar sobre si está mejor o peor adaptada.
El caso es que Doom Patrol nos presenta a unos personajes que, más que superhéroes, son víctimas de sus propias circunstancias y sus poderes sobrenaturales son más una tara que una ayuda. No voy a detenerme en enumerar a todos los súpers y villanos que aparecen, pero sí voy a señalar que el contexto se parece mucho al de X-Men, con un profesor en silla de ruedas -El Jefe- que acoge en su mansión a estos bichos raros.
El comienzo de la serie es prometedor, ya estamos ante una serie de superhéroes como nunca habíamos visto antes. Aunque pronto se le van viendo las costuras.
El primer problema es que los primeros episodios -sí, en plural- resultan ser una larga introducción donde se nos va presentando cada personaje. Esto se hace pesado, ya que la acción en sí no comienza hasta bien avanzada la serie. Pero una vez entrados en materia Doom Patrol acaba resultando original y entretenida, incluso a ratos divertida.
El segundo problema es precisamente ese: es mucho menos divertida de lo que pretende ser. El hilo de la narración lo lleva el villano Mr. Nobody (Alan Tudyk) por medio de la voz en off. Él introduce toques de humor y de autocrítica a la propia serie que quieren ser graciosos e innovadores, pero que a mí me resultaron demasiado forzados como para hacerme gracia.
El tercer problema es la excesiva duración de la temporada. Quince episodios se hacen largos para una serie de estas características. Tiene la ventaja de que puede dedicarle uno o varios capítulos en exclusiva a cada personaje, lo que contribuye a que profundicemos en ellos y los vayamos conociendo mejor. Pero también hay mucho capítulo de relleno que no va a ninguna parte. Haberla acotado a los clásicos diez capítulos la habría hecho mucho más dinámica, y sus defectos habrían pasado más desapercibidos.
El último problema es que el final de la temporada es un tanto decepcionante. Quizá mis expectativas tras catorce episodios estaban sobredimensionadas, pero para mí que la conclusión de esta primera entrega no está a la altura de las expectativas creadas.
La producción no es nada del otro mundo. Correcta y poco más. Aunque algunos efectos especiales son hasta cutres. Por no hablar de las caracterizaciones de Robotman (Brendan Fraser) y Cyborg (Joivan Wade), que son como de mercadillo.
En Doom Patrol tenemos dos apariciones estelares: el mencionado Brendan Fraser y Timothy Dalton, al que recordaréis por haber encarnado a James Bond. Del resto del reparto solo destacaría a April Bowlby como Rita Farr / Elasti-Girl.
Doom Patrol no está exenta de problemas, pero a pesar de ellos acaba resultando simpática tanto por su trama como por sus personajes. Aunque en esta crítica me haya dedicado hasta ahora más tiempo a resaltar sus defectos que sus virtudes, lo cierto es que, a su manera, funciona.
Si te gustan los superhéroes puede ser una opción simpática y diferente. Os recomiendo que le déis una oportunidad.
- Irregular