Aguas Oscuras, cine de denuncia correcto pero imprescindible

Aguas Oscuras es la última película de Todd Haynes que nos acaba de llegar a las salas de cines. Producida y protagonizada por Mark Ruffalo, parece ser más un proyecto de este último que una propuesta personal del director.

Aguas Oscuras está basada en hechos reales bastante recientes y actuales. Parte de un artículo del New York Times que relata la historia del abogado Robert Bilott que a finales del siglo pasado comenzó a investigar a una gran corporación química que estaba envenenando a todo un pueblo. Pero lo más grave es que la cuestión va mucho más allá, y afecta a toda la humanidad a escala planetaria. La lucha de Bilott contra esta corporación pone en riesgo su trabajo, su familia e incluso su propia vida.

Es evidente que Aguas Oscuras es una película muy bien intencionada, pero por desgracia es un filme que ya hemos visto mil veces antes. Recuerda demasiado a Erin Brockovich (Steven Soderbergh, 2000) y bebe abiertamente de muchos otros filmes similares desde Silkwood (Mike Nichols, 1983) hasta Spotlight (Tom McCarthy, 2015) -esta última protagonizada, entre otros, por el propio Ruffalo-.

Me da la sensación de que se trata de un proyecto personal de Mark Ruffalo que pretende seguir la estela del cine de denuncia, como en la mencionada Spotlight, a mayor gloria suya. En este esquema el papel de Todd Haynes queda relegado al del director contratado para llevar a cabo el proyecto, y poco más.

Haynes ha demostrado anteriormente su interés por este tipo de películas, como hizo en Safe (1995), pero en esta ocasión realiza una dirección correcta pero absolutamente rutinaria. Lo que unido a un guion totalmente previsible hace de Aguas Oscuras poco más que un documental dramatizado. Muy interesante, sí, pero cinematográficamente hablando estamos ante una de las películas más flojas de este director . Me gusta mucho más en sus películas más personales sobre mujeres, como las maravillosas Lejos del Cielo (2002) y Carol (2015), o la estupenda miniserie para televisión Mildred Pierce (2011).

Dicho esto, no cabe duda que la película consigue su objetivo de que salgas del cine con mal cuerpo. Aunque muy evidente y manido, el discurso de Aguas Oscuras no deja de ser cierto y muy acertado. El sistema está amañado y solo la unión y organización de los de abajo puede hacerle frente, porque de otra forma estamos vendidos. Más allá de las cuestiones puramente cinematográficas esta película debería ser de obligado visionado para todo el mundo como un ejemplo más de cómo funciona el capitalismo.

El protagonista absoluto de Aguas Oscuras es Mark Ruffalo. Como ya he comentado es también productor y se ha diseñado una película a su medida para lo que se ha reservado el papel principal. Ruffalo demuestra una vez más lo buen actor que es, además de lo comprometido que está con las causas nobles.

Le acompaña un reparto de lujo en cuanto a los secundarios. Tim Robbins es el que mejor parado sale, Bill Pullman aporta cierto alivio humorístico del que nos habría gustado ver más, y Anne Hathaway está totalmente desperdiciada en el «papel femenino de la historia«, un tanto forzado para que haya una mujer en la trama.

Aguas Oscuras es cine de denuncia con un punto de drama judicial que funciona muy bien gracias a la solvente dirección de Haynes, la interpretación de Ruffalo y un mensaje imprescindible. Sin embargo en general resulta fría y rutinaria, y por supuesto previsible. De este director esperábamos algo más, la verdad.

Aguas Oscuras
6.1 Puntuación total
Pros
- El mensaje político
Contras
- Completamente previsible
- Una dirección rutinaria
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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