El Juicio de los 7 de Chicago, una TV Movie bien intencionada
El Juicio de los 7 de Chicago es la última película dirigida por Aaron Sorkin estrenada a la vez en cines y en Netflix el pasado mes de octubre. Sorkin es conocido por estar detrás de prestigiosas series de televisión como El Ala Oeste de la Casa Blanca (1999) o The Newsroom (2012). Sin embargo, su trayectoria como director de cine se reduce a la muy floja Molly’s Game (2017).
Ahora vuelve con El Juicio de los 7 de Chicago, una propuesta que se remonta a unos hechos reales ocurridos en Estados Unidos en 1969, un año icónico para el activismo juvenil y los movimientos por la paz y contra la guerra de Vietnam. En la convención Demócrata del año anterior se produjeron una serie de manifestaciones que acabaron en disturbios. A modo de escarmiento, se detuvo a un grupo de jóvenes y se les acusó de atentar contra la seguridad nacional en un juicio farsa que era claramente político.
No desvelo nada al contar esto, ya es es la premisa de la película, además de tratarse hechos históricos conocidos. El problema de El Juicio de los 7 de Chicago es que la película no va mucho más allá de su propia premisa. Esto es lo que hay y esto es lo que cuenta. Exactamente lo mismo que ya sabemos por su sinopsis.
Aunque Sorkin, que también es el guionista, se esfuerza por hacer un relato algo fragmentado y con algún pequeño giro para dotarlo de interés, lo cierto es que no hay mucho de donde tirar. La historia, además de previsible, acaba resultando rutinaria y plana.
Al final lo que tenemos en El Juicio de los 7 de Chicago es una película de juicios. No podemos decir que nos hayan engañado, ya que en el propio título lo dice bien claro. En ese sentido funciona bien, como casi cualquier otra trama judicial que esté mínimamente bien realizada. Resulta entretenida, aunque su duración es desde luego excesiva.
Pero no nos engañemos, estamos ante una TV Movie de sobremesa sin entidad suficiente para ser estrenada en cines. La única justificación para que haya encontrado un hueco en las salas solo pueden achacarse a la pandemia.
Y es una pena, porque su discurso contra la guerra, la corrupción judicial y la manipulación política de las instituciones es estupendo y, por supuesto, muy actual. Es algo con lo que últimamente se está jugando mucho en las producciones estadounidenses en la era Trump. A saber, revisar episodios históricos para hacer una relectura actual de los mismos y compararlos con el presente. Por desgracia, por muy bien intencionada que sea El Juicio de los 7 de Chicago, eso no resulta suficiente para salvarla.
El otro punto fuerte de la película es sin duda su amplio reparto. En él destaca Eddie Redmayne como Tom Hayden. Redmayne como siempre hace un buen trabajo, pero por un lado queda claro que su talento está desperdiciado en este papel, y a la misma vez resulta un tanto cargante e intenso de más para un personaje que no tiene pinta de serlo. Creo que es un error de casting, no porque Redmayne no esté a la altura, sino porque el papel no era para él.
Mucho mejor está Sacha Baron Cohen como Abbie Hoffman. Cohen acaba de estrenar la secuela de Borat (2006) con claras intenciones políticas anti Trump, pero también lo hemos visto en roles serios haciendo un trabajo muy sólido como en la serie de Netflix El Espía (2019). En esta ocasión realiza una interpretación mucho más contenida de lo que nos tiene acostumbrados aunque sin perder ese punto histriónico que, en esta ocasión, sí le viene muy bien al papel.
El Juicio de los 7 de Chicago es una producción correcta y un tanto rutinaria, que funciona bien como película de juicios para la sobremesa y que contiene información y un discurso interesantes. Sin embargo, a pesar de ser muy bien intencionada, se queda a medio camino y no pasa de ser una TV Movie del montón perfectamente olvidable.
- Funciona como película de juicios
- Resulta previsible y rutinaria
- El reparto está desperdiciado