Steven Soderbergh vuelve a lo suyo con La Suerte de los Logan
Steven Soderbergh vuelve tras un pequeño paréntesis de apenas tres años con La Suerte de los Logan, otra película sobre atracos perfectos muy al estilo que la saga que lo consolidó como director de Hollywood allá por 2001: Ocean’s Eleven.
Soderbergh es uno de los directores del circuito comercial con más personalidad y más prolíficos que hay en la actualidad. Antes de este descanso venía de hacer la serie de televisión The Knick -de la que ya hablé aquí-. Pero hasta ese momento nos tenía acostumbrados a una película por año, o incluso dos.
En la carrera de Soderbergh hay de todo, desde películas estupendas a pequeños bodrios. Entre las mejores se encuentran Sexo, Mentiras y Cintas de Vídeo (1989) -con la que se hizo famoso-, Traffic (2000), Erin Brockovich (2000), la mencionada saga de Ocean’s, el remake de Solaris (2002) -que a pesar de las críticas a mí me encanta-, y las películas sobre el Che Guevara Che: El Argentino (2008) y Che: Guerrilla (2008).
En La Suerte de los Logan vuelve sobre el tema de los atracos planificados a sitios imposibles por parte de un ecléctico grupo de ladrones de guante blanco. Sí, si Soderbergh ya había hecho Ocean’s Eleven (2001), Ocean’s Twelve (2004) y Ocean’s Thirteen (2007), se ve que le pareció poco y ha decidido insistir otra vez sobre el mismo tema. Parece que le divierte.
La verdad es que el argumento tiene poco recorrido ya y resulta demasiado arquetípico y previsible. Todo esto lo hemos visto mil veces ya. Y sin embargo existe cierto placer culpable en disfrutar otra película más de este tipo.
La Suerte de los Logan se diferencia de las de Ocean’s en que se toma mucho menos en serio a sí misma. Si ya aquellas contenían bastantes toques de humor, ahora podemos decir que La Suerte de los Logan es directamente una comedia. Y en algunos momentos bastante divertida, la verdad.
Mientras en Ocean’s Eleven eran todos unos pijos, aquí los protagonistas son unos paletos de la Norteamérica profunda, lo cual da mucho juego a la hora de crear situaciones rocambolescas. Que el robo tenga o no coherencia interna es lo de menos -de hecho tiene más agujeros que un queso de Gruyer-. Si aceptas el pacto que te ofrece el director se puede pasar un rato muy entretenido con las peripecias de los Logan.
El reparto funciona bastante bien. El desfile de caras conocidas al que Soderbergh nos tiene acostumbrados se repite una vez más aquí con estrellas como Daniel Craig, Channing Tatum, Katie Holmes o Hilary Swank. Aunque el mejor de todos es el actor revelación de los últimos tiempos Adam Driver -al que recordaréis de la serie Girls o de sus papeles en Paterson (2016), en Silencio (2016) de Martin Scorsese o en Star Wars: El Despertar de la Fuerza (2015).
En definitiva, La Suerte de los Logan es una entretenida y divertida opción para pasar un rato palomitero en el cine, o para ver una tarde de domingo en casa. Pero desde luego no está entre lo mejor de Steven Soderbergh.
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