Sex Education estrenó su segunda temporada en Netflix a principios de este 2020. La serie funcionó bastante bien en su anterior entrega, y el reto ahora es ver si es capaz de mantener el nivel.
Se trata de una serie sobre adolescentes de instituto cuyo argumento gira en torno a la educación sexual. El protagonista, Otis, monta un consultorio sexual para sus compañeras y compañeros de clase, aprovechando que su madre es sexóloga. Sin embargo, el propio Otis, como buen adolescente, también tiene sus propios problemas sexuales.
Sex Education resulta bastante fresca e innovadora, y sobre todo muy actual a la hora de mostrar con naturalidad la sexualidad de los adolescentes de esta generación. Cada capítulo, de una u otra forma, aborda un tema diferente y consigue plantear temas explícitos de manera muy divertida, incluso encantadora.
Pero para mí lo mejor de Sex Educatión es el desarrollo de los personajes a lo largo de ambas temporadas. De hecho, se trata de una serie bastante coral, donde los personajes están muy bien definidos en cuanto a su personalidad y sus particularidades. Quizá es en esta segunda temporada en la que mejor se puede apreciar el gran trabajo que realizan los guionistas a este respecto.
Aunque la primera temporada se me quedó un poco corta, en el sentido de que no la vi todo lo redonda que podría haber sido -quizá porque yo no sea el publico objetivo al que se dirige-; esta segunda me ha convencido mucho más.
Me ha resultado divertida en su enfoque de la sexualidad, me ha gustado la variedad de temas que aborda y en especial, como ya he dicho, me ha encantado la evolución que han tenido los personajes, así como la introducción de algunos nuevos.
En cuando a series de adolescentes en la actualidad, creo que Sex Education es de las que mejor hecha está y de las que mejor funciona. Y tiene el punto de las buenas series, que aunque esté orientada a un público en concreto, funciona igual de bien para el público juvenil como el adulto. No os la perdáis.
- La solidez de los guiones