Esos son otros López

La Mujer en la Ventana, ¿algo más que un homenaje a Hitchcock?

La Mujer en la Ventana

La Mujer en la Ventana

La Mujer en la Ventana es uno de los estrenos a priori más interesantes de la plataforma Netflix en los últimos meses. Protagonizada por un elenco sobresaliente en el que destacan Amy Adams, Gary Oldman y Julianne Moore, está dirigida por Joe Wright (El Instante Más Oscuro).

La Mujer en la Ventana es un thriller psicológico en el que Anna (Adams) vive recluida en su casa ya que sufre de agorafobia. A través de las ventanas, cual vieja del visillo, espía la vida de sus vecinos hasta el punto de conocerlos al detalle, incluso sus nombres. Todo se complica cuando la vida de una de las familias del vecindario se mezcla con la suya, entrando todo en una espiral de paranoia donde nada es lo que parece.

La película de Wright, a su vez basada en la novela de A.J. Finn, no oculta que es un homenaje directo al clásico La Ventana Indiscreta (1954) de Alfred Hitchcock. Eso no es para nada malo, y hasta se agradecen algunas de las referencias para el público más cinéfilo. Además, también contiene claras referencias a Copycat (Jon Amiel, 1995), aquella película en la que Sigourney Weaver también sufría de agorafobia y tenía que resolver un misterio sin salir de su apartamento.

Con todos estos mimbres, La Mujer en la Ventana lo tiene todo para resultar un thriller de lo más atractivo. Sin embargo, todo se desmorona y se derrumba estrepitosamente muy al principio. La atmósfera exageradamente confusa resulta artificial y cargante. El director juega al despiste en un relato barroco de más, del que pronto se intuye que no hay nada interesante detrás. El desenlace final no hace sino confirmar esta hipótesis y lo absurdo de toda la propuesta.

Pero lo peor de La Mujer en la Ventana es el pésimo trabajo Joe Wright en la dirección de actores. La única que se salva es Julianne Moore, pero porque su papel en la película es apenas un cameo. Gary Oldman resulta sobreactuado, pero eso es algo que de por sí no desentona demasiado con su forma de trabajar. Aunque aquí más parece una parodia de sí mismo, la cual me recuerda a aquella aparición suya en Friends, en el capítulo en el que le escupía a la cara a Joey cuando actuaba. Pues aquí más o menos igual.

El verdadero crimen de La Mujer en la Ventana es la interpretación de Amy Adams, absoluta protagonista de la película. Sobreactúa demasiado a lo largo de todo el metraje, hasta el punto de resultar cargante y nada creíble. Y yo me pregunto: ¿cómo es posible que una actriz de la calidad indiscutible de Adams acabe realizando una actuación tan mediocre? La responsabilidad es sin duda del director, que realiza un trabajo de dirección de actores lamentable.

En definitiva, La Mujer en la Ventana es un film prometedor pero absolutamente fallido a pesar de su premisa, las referencias de las que bebe y su excelente elenco. Una oportunidad perdida en la que lo peor es el daño que puede hacer en la carrera de una excelente actriz como Amy Adams.

La Mujer en la Ventana
3.8 Puntuación total
Pros
- Las referencias a La Ventana Indiscreta
Contras
- El pésimo trabajo del director en la dirección de actores
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones
Salir de la versión móvil