La Llegada: ciencia-ficción de la buena
Esta semana ha llegado a los cines españoles La Llegada (Arrival) dirigida por Denis Villeneuve y protagonizada por la estupenda actriz Amy Adams -que por cierto hace doblete en la cartelera este mes con Animales Nocturnos-. Se trata de una cinta de ciencia-ficción del subgénero de extraterrestres que llegan a la tierra de improviso.
Pero que nadie se espere aquí otro Independence Day -menos mal-. No, La Llegada tiene mucho más que ver con Contact (1997) y, en menor medida, con Encuentros En La Tercera Fase (1977), que con cualquier otro espectáculo de fuegos artificiales de Hollywood. Por cierto, si lo habéis notado estas tres película se realizaron con un espacio de veinte años entre sí. Parece que cada cuatro lustros surge la necesidad de revisar esta temática en particular.
Amy Adams encarna a la Doctora Louise Bank, una experta en lingüística que, tras la llegada de los extraterrestres, es reclutada por el gobierno estadounidense para intentar comunicarse con ellos. A partir de ahí comienza el periplo de Louise para entablar contacto con los aliens en un tira y afloja constante entre por un lado la paciencia y el tiempo necesarios para aprender los elementos básicos de la comunicación con los nuevos seres; y por el otro la urgencia y el creciente nerviosismo de los gobiernos y el ejercito ante la potencial amenaza que suponen.
Esto último es un ruido de fondo para dar el contrapunto a una trama que gira en su mayor parte en una serie de reflexiones sobre los elementos básicos de la comunicación. Algo bastante original para este tipo de películas y que es lo que le da un punto de interés por encima de la media. Otro acierto es su humildad en el planteamiento, muy lejos de la pretenciosidad de otros truños recientes como Interstellar (2014).
La Llegada contiene una reflexión o mensaje bastante sencilla, pero no por ello menos trascendente. No voy a desvelar este punto para no destripar nada, ya que, en esencia, la película va de eso. Solo diré que, aunque interesante, es una pena que no se profundice más. Básicamente porque el desarrollo de La Llegada va todo el tiempo en otra dirección, y aunque en términos de giro de guion es muy oportuno para generar algo de sorpresa en la audiencia, lo cierto es que éste viene a quedarse en poco más que una anécdota.
Me da mucha rabia que en uno de los momentos finales, y en una sola frase, se le dé literalmente al público bien masticada la reflexión en torno a la que finalmente gira la película. Esa manía que tienen en Hollywood de explicarlo todo de forma explícita no sea que el público, que es tontico, no lo vaya a pillar me enerva. Si el tema ya es bastante evidente de por sí, hubiera sido mucho mejor no explicarlo y dejar que quienes ven la película lo deduzcan por sí mismos.
En cualquier caso desde el punto de vista cinematográfico La Llegada es sencillamente excelente. Aunque el ritmo es en general pausado, lo cierto es que no solo no decae en ningún momento sino que mantiene tu atención a lo largo de todo el metraje. El pulso de Denis Villeneuve como director es incuestionable. Ya lo demostró en la estupenda Prisioneros (2013), que si no la habéis visto os la recomiendo encarecidamente.
En cuanto al resto de aspectos de la película sobresale sin duda el papel principal de Amy Adams. Ella lo es todo en La Llegada, que gira en su totalidad en torno a su personaje. Adams está demostrando ser una de las actrices más interesantes en la actualidad, y este papel protagonista y omnipresente para mayor gloria suya solo viene a confirmarlo. No me extrañaría de que fuera una de las candidatas con más fuerza para los próximos premios Oscar.
El resto de actores, como Jeremy Renner y Forest Whitaker, están correctos en su función de apoyar a la protagonista. Y el apartado técnico también está a la altura con una fotografía y unos efectos especiales bastante buenos, aunque sin destacar demasiado. Algo acertado, ya que va muy bien con el tono de la cinta. Haber hecho algo más espectacular sin duda habría desequilibrado el conjunto.
La Llegada deja ese regusto de la ciencia-ficción clásica, la cual usaba los aspectos fantásticos como una excusa para hacer reflexión que iba un poco más allá, pero que casi siempre acababa tratando de cosas muy humanas: nuestros miedos, nuestras pasiones, nuestra sociedad… Estoy pensando en autores como Isaac Asimov o Stanisław Lem, o el propio Ted Chiang en el que se basa el guion de la película.
Así que si os gusta la ciencia-ficción de esa que tiene un punto de ficción y mucho más de ciencia -en este caso por el terreno de la lingüística-, y las películas que se disfrutan sin necesidad de demasiados artificios, no dudéis en ver La Llegada. Mi recomendación de la semana.
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