La impostura. Más allá del spot de Ciudadanos
Como tantas otras cosas que en política han cambiado en los últimos dos años, la línea que separa la precampaña de la campaña propiamente dicha se ha difuminado. Los partidos ya están a tope de power con actos, declaraciones, giras por España y, como no, spots electorales.
El vídeo de Ciudadanos
El más reciente es el lanzado este domingo por Ciudadanos. Si lo habéis visto estaréis de acuerdo conmigo de que el resultado es bastante ridículo, a la par que revelador.
Transcurre en un bar -topicazo- en el que se juntan una serie de personajes. Entre ellos un joven con coleta que juega a las tragaperras, es violento -golpea la máquina en un momento dado-, es un vago y bebe cerveza -en botellines, cómo no-. Sí, esa es la aguda crítica de Ciudadanos a Pablo Iglesias y a la gente de Unidos Podemos. Muy finos.
También hay leña para Rajoy, al que ponen muy propiamente en un plasma. Por cierto, lo mismo que después hacen con Rivera. ¿Nadie en el equipo de creativos ha pensado en las connotaciones de este paralelismo? En fin, al PP se le da caña con la corrupción y el paro. Lo normal. Y es que los del PP lo ponen fácil.
A quien no se critica en el vídeo de Ciudadanos es al PSOE. Parece que, aunque sea tácitamente, el pacto que firmaron PSOE y Ciudadanos sigue en pie. Hay cariño entre Albert Rivera y Pedro Sánchez. Están deseando pactar entre ellos para luego, como ya dejó caer Pedro Sánchez, apoyar un gobierno de Mariano Rajoy.
Volviendo al vídeo de Ciudadanos está el bochornoso tema de la presencia de la mujer en el mismo. La única que sale con diálogo lo hace hablando de prepararle la merienda a los hijos. Lo que recuerda mucho a esa portada de La Razón en la que aparecía Rajoy rodeado de hombres profesionales y trajeados. Solo había una mujer: cocinera y con delantal. No podía ser de otra manera. En cuanto al papel de la mujer en la sociedad parece que PP y Ciudadanos coinciden bastante.
El vídeo de Ciudadanos demuestra cuál es su visión de España: un país de hombres blancos que se reúnen en el bar -lo que parece ser que está bien-, donde las mujeres no pintan nada salvo para cuidar de los hijos, y donde los jóvenes que no voten Ciudadanos son todos unos vagos y viciosos que, aunque también van al bar como los demás, beben botellines de cerveza -lo que parece ser que está mal-.
Vale, en Ciudadanos han desbarrado llegando al ridículo y el tiro les ha salido por la culata. Tanto es así que han acumulado tantos «no me gusta» y tantos comentarios negativos en su canal de Youtube que han desactivado los comentarios y opiniones de este vídeo. Esa es la regeneración democrática que propone Ciudadanos: vetar que la gente se exprese.
La impostura generalizada
Pero más allá de este video en concreto, la cuestión no es si en un spot determinado un partido político acierta o no, sino la impostura generalizada a la que estamos asistiendo -y lo que nos queda por ver-.
Los partidos políticos están intentando mostrar cercanía con el pueblo, representar que les interesan sus problemas, que escuchan a la ciudadanía y que defienden los intereses la gente común. Pero no les sale. Quedan falsos. Por la sencilla razón de que no es cierto lo que dicen. Todo es postureo.
Lo cual debe ser un serio quebradero de cabeza para sus equipos de creativos. Porque ponte en su lugar: ¿Cómo haces para que Rajoy no parezca Alí Babá, el jefe de los 40 ladrones? ¿O cómo vendes que Pedro Sánchez no prefiere que siga gobernando el PP, si ya está anunciando que apoyará a Rajoy?
Volviendo a Ciudadanos, ¿cómo haces creíble que Albert Rivera está más cerca de la gente que se reúne en un bar que de los multimillonarios del IBEX 35? Es una tarea titánica y prácticamente imposible. Desde aquí mi más absoluta admiración a los equipos creativos que hacen lo que pueden con tan precaria materia prima.
Creo que estaremos todos de acuerdo que en que a los únicos que les sale bien es a Unidos Podemos. Te gustarán más o te gustarán menos, pero desde luego a la hora de comunicar les sale muy natural. Cosas de no tener que recurrir a una pose impostada para aparentar lo que no se es.
Para mí un ejemplo claro es cuando Pablo Iglesias y Alberto Garzón escenificaron el acuerdo para presentarse a las elecciones del 26-J como Unidos Podemos. No necesitaron recurrir a expertos en publicidad ni hacer una gran planificación: se bajaron a la Puerta del Sol, se grabaron con unos móviles y lo subieron a la red. No hace falta más cuando el mensaje es claro y sincero.
Lo curioso es que al día siguiente pudimos ver un vídeo de Pedro Sánchez en el que presentaba la incorporación de la jueza Margarita Robles en las listas del PSOE. Este estaba realizado con una calidad muy mala -un móvil o similar- en una clara imitación de lo que habían hecho Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Una improvisación muy cutre.
El intento de imitar a Unidos Podemos por parte del PSOE quedó patético. Al igual que el intento de Albert Rivera de parecer cercano a la gente queda impostado. Y ni hablemos del PP -¿os acordáis del vídeo del hipster que apoyaba a Rajoy?-.
Así que preparaos, porque en esta campaña que se nos viene encima ya está en marcha vamos a asistir a mucha impostura. Eso sí, ¿y lo que nos vamos a reír?