Dónde estás, Bernadette de Richard Linklater se salva por Cate Blanchett
La primera vez que fui al cine este verano, una vez abiertas las salas otra vez al público, fue a ver uno de los pocos estrenos que hubo en ese momento. Estoy hablando de Dónde estás, Bernadette del director Richard Linklater. Como recordaréis, la vuelta a las salas estuvo marcada por las reposiciones, y fue una muy grata sorpresa que una de las primeras en proyectarse fuera este film de un director muy de mi gusto, además protagonizado por la gran Cate Blanchett.
Bernadette es una famosa arquitecta que por ciertas circunstancias de la vida y por su huraña personalidad ha decidido recluirse del mundo y abandonar su trabajo. En la primera parte de la película asistimos a sus disparatadas relaciones con su marido y con su hija -con esta última, además son entrañables-, pero en especial con el resto del mundo: vecinos, profesores…
La conjunción de los cínicos diálogos marca de la casa de Linklater con a la arrolladora personalidad y capacidad interpretativa de Cate Blanchett, hacen que Dónde estás, Bernadette resulte de lo más divertida, siempre que te guste ese sentido del humor.
Por otro lado, cuando la película avanza, en la parte final, esta se vuelve más ñoña y familiar. Una tendencia «para todos los públicos» en la que Linklater cada vez cae más a menudo. Esto echa por tierra un poco lo que podría haber sido una película mucho más mordaz.
Vamos a ser claros: si Dónde estás, Bernadette llega a alcanzar en algún momento la categoría de buena película es casi en exclusiva por la interpretación de Cate Blanchett. Se come la pantalla, no como siempre, sino incluso más de lo habitual, ya que su personaje da para mucho.
El guion, del que en buena parte también es responsable Richard Linklater, también tiene mucho que ver en el resultado final de los diálogos y las situaciones, claro está. Sin embargo, el trabajo del director detrás de la cámara resulta un tanto perezoso y rutinario. Lejos quedan las maravillas de la trilogía de Antes del Amanecer (1995) y Antes del Atardecer (2004), y el ambicioso experimento que fue Boyhood (2014).
No sé si fue por la interpretación de Blanchett, por lo divertido de algunos diálogos y situaciones o, sencillamente, por mis ganas de volver a una sala de cine -por cierto, estábamos solos-; pero lo cierto es que Dónde estás, Bernadette me gustó bastante y me resultó una vuelta a las salas de lo más gratificante.
Si sois fans de Linklater o de Banchett, o de los dos, sin duda os gustará Dónde estás, Bernadette a pesar de sus defectos. Si no es el caso quizá sea mejor esperar a que la añadan al catálogo de vuestro servicio de VoD favorito o que la emitan en televisión en fin de semana en horario vespertino.