Seguro que conocéis la polémica que ha surgido estos días -y si no ya os lo cuento yo- entre Radiohead y Lana del Rey sobre un supuesto plagio de esta última al tema Creep. La canción en cuestión es Get Free de su último álbum Lust For Life. Radiohead la ha denunciado y como no han llegado a un acuerdo acabarán en los tribunales. Para empezar os dejo los dos temas para que desde el principio podáis comparar:
Más allá de este caso en concreto, la cuestión ha vuelto a reabrir el debate sobre qué es plagio y qué no en el mundo de la música. Para aportar luz a este tema se ha hecho bastante popular en la red estos días un vídeo de Jaime Altozano donde da explicaciones muy ciertas e interesantes y que recomiendo ver. El problema es que viene a concluir que el tema de Lana del Rey no es un plagio, y bueno, eso ya no. Porque es un plagio como una catedral. Voy a explicar por qué.
¿Qué es plagio?
Lo primero que hay que hacer es definir qué es plagio. O más bien qué partes de la música con las que pueden ser objeto de ser registradas y tener los derechos de autor. Simplificando digamos que una canción consta de tres elementos básicos: ritmo, melodía y armonía. De estos tres hay dos que no se pueden patentar: el ritmo y la armonía. Luego lo que diferencia una canción de otra, en última instancia, es la melodía.
Voy a explicarme mejor. Tanto los patrones rítmicos, como las distintas secuencias de acordes son limitadas y universales. De hecho la mayoría de canciones pop-rock que conocemos se basan en muy pocas combinaciones de acordes diferentes. O dicho de otro modo: armónicamente hablando casi siempre estamos escuchando la misma canción. (Si no lo tenéis claro os recomiendo revisar este vídeo de The Axis Of Awesome, para que veáis cómo la mayoría de las canciones están hechas con los mismos cuatro acordes).
Es la melodía la que marca la diferencia. Porque las posibilidades melódicas sobre un mismo patrón armónico son casi infinitas. De ahí que, a pesar de que muchas canciones se basen en los mismos acordes, nos parezcan distintas unas de otras, porque la melodía lo es.
Así que el plagio se daría cuando una melodía coincide con otra en un alto porcentaje de las notas que la componen. Y si además la armonía que las soporta es la misma -podría ser que no-, ya el plagio sería incuestionable.
Los palos
Claro que esto no es aplicable a todos los estilos de música. En la música popular o folclórica existen los estilos o modos, o lo que en flamenco se llaman palos. Básicamente se trata de que en la música popular antigua -cuando no existía el gramófono, y ya no hablemos de Spotify- no había forma de que el pueblo menos culto conociera y se aprendiera muchas canciones diversas y complejas.
La solución era repetir siempre una misma canción -ritmo, melodía y armonías iguales- e ir cambiándole la letra. Cada una de estas canciones sería un palo, como una soleá o una sevillana. Siempre es la misma canción, pero con distinta letra. Es exactamente lo mismo que ocurre con el blues o con el rock’n’roll. Son los mismos acordes a los que solo se les cambia la letra. Nada de esto puede ser objeto de plagio, porque si no todos los blues y rock’n’roll de la historia serían un plagio.
Sin embargo el rock -así en general, no confundir con el rock’n’roll- y el pop son estilos que no tiene esas limitaciones armónicas y melódicas. Todo vale en ese aspecto. Y por lo tanto musicalmente sí son composiciones originales que pueden ser registradas como propiedad intelectual y, si alguien las copia, ser objeto de plagio.
El caso de Radiohead vs. Lana del Rey
En el caso de Lana del Rey con Radiohead el plagio es evidente. Tal y como dice en su vídeo Jaime Altozano, la armonía entre Get Free y Creep es la misma. Pero es más, la melodía de Lana del Rey es idéntica a la de varias partes del tema de Radiohead, que ella ha juntado en la estrofa de su tema.
Tanto Altozano como otros que he leído por ahí defienden que la armonía de Creep es poco común, por lo tanto al oir un tema con esa progresión concreta de acordes resulta casi inevitable que te venga a la cabeza el tema de Radiohead en cuestión. Dicho de otro modo: según ellos todo lo que se componga sobre esos acordes suena a Creep sí o sí.
Yo no puedo estar más en desacuerdo con esto. Es cierto que la armonía de Creep no es la más habitual, pero tampoco es que sea especialmente rebuscada. Solo es un poco distinta. Así que, como he dicho anteriormente, las posibilidades melódicas sobre esa armonía son igual de casi infinitas como en el resto de combinaciones.
Cosa distinta es que lo que hagas sea plagiar. Entonces sí que las melodías coinciden. Que es lo que le ha pasado a Lana del Rey, pero también a los propios Radiohead, que plagiaron vilmente Creep del tema de The Hollies The Air That I Breathe -hasta el arreglo de bajo es el mismo-. Eso sí, Radiohead se vio obligada a reconocerlo e incluir a The Hollies en los créditos de Creep.
¿Puede ser el plagio una casualidad inocente?
Otro argumento que he escuchado para disculpar a Lana del Rey -y también a Radiohead con The Hollies- es el de la coincidencia. La pobre no pensó en Creep cuando compuso Get Free y solo se trata de una desafortunada casualidad el hecho de que las canciones se parezcan.
Esto no se sostiene y lo voy a explicar comentando un poco cómo es el proceso de componer una canción. En primer lugar todas las canciones se parecen o se basan en mayor o menor medida, de una forma y otra, en otras anteriores. Quien se dedica a componer canciones tiene gustos e influencias que sin duda marcan por dónde van los tiros de su nueva composición.
En este proceso es lo más normal del mundo que lo que te salga sea un plagio inconsciente de otro tema. Es casi inevitable y a todos nos ha pasado alguna vez, y le puede ocurrir igualmente a Lana del Rey, sería comprensible. A veces te das cuenta cuando coges un poco de perspectiva, o a veces no, y es otra persona la que te llama la atención sobre el hecho de que tu nuevo temazo que tanto te gusta es en realidad el Let It Be de los Beatles pero tocado más rápido.
Lo que no tiene justificación ninguna es que en todo el proceso de producción de una canción y un álbum, con toda la gente que hay implicada, nadie le llamara a Lana del Rey la atención sobre que su tema Get Free se parecía mucho a Creep. Vamos, eso es increíble. Ahí hay sin duda mala fe de saber que se trata de un plagio, y aún así tirar para adelante.
Otro argumento para defender a Lana del Rey es que sí, hay un parte que se parece, pero otra que es distinta, así que no es un plagio al 100%. Vamos a ver, voy a explicar cómo se plagia una canción. Primero se copia la canción original tal cual, acorde por acorde y nota por nota. Segundo, se le cambia un poco el tempo- se toca más rápida o más lenta-, se le cambia la letra, que cambia la tonalidad -misma progresión pero en otra tonalidad- y por último se le añade un cambio que no estuviera en el tema original. Así tienes un temazo -porque la original lo es- pero con los suficientes cambios como para que los más despistados no se enteren del plagio. Está todo inventado.
Conclusión
Concluyo pues que no cabe duda del plagio de Lana del Rey a Radiohead, al igual que antes Radiohead a The Hollies. Dicho lo cual también quiero dejar claro que eso de los plagios no tiene por qué ser malo. En la historia hay muchas canciones que se han basado en otras hasta el punto de plagiarlas y han resultado incluso mejores que la original. En el mundo artístico donde la línea entre la idea original y la copia es tan fina es difícil ser tajante a este respecto.
Eso sí, lo que no tiene justificación es no reconocerlo, o pretender tomarnos por tontos aduciendo que se trata de casualidades. De eso nada, querida Lana del Rey.