Esos son otros López

Coco, un plagio espectacular y rutinario

Coco

Coco

Pixar, que hace tiempo está en manos de Disney, vuelve con otra película de las que entrarían en la categoría de sus «grandes»: Coco. No cabe duda que la película de animación cuenta con un gran despliegue de medios técnicos y, por qué no decirlo, de talento. Pero por desgracia, a pesar de todo lo invertido, Coco queda muy lejos de la excelencia que alcanzó Pixar con obras como Del Revés (Inside Out, 2015).

Para empezar la película de Pixar parte de ser un plagio de la película El Libro de la Vida (2014). Muchos de los conceptos de partida de Coco, tanto argumentales como visuales, están literalmente sacados del film del mexicano Jorge R. Gutiérrez. Si bien es cierto que la trama de Coco una vez que arranca se desarrolla de forma muy diferente, es una pena que los estudios Pixar con toda su calidad y su prestigio tenga que recurrir a robar las ideas de otros para construir sus historias.

Más allá de eso, lo que nos encontramos en Coco es un espectáculo de animación como pocos. La calidad de los dibujos, los colores y la iluminación son espectaculares. De verdad. Además, el manejo de la cámara virtual en la animación 3D es una fluidez impresionante. Pixar son los mejores estudios de animación por algo, no cabe duda.

Ahora bien, Coco pincha estrepitosamente en el guion. Dejando aparte la ya mencionada relación con El Libro de la Vida, la trama de la película de Pixar es un cliché tras otro, sin profundidad alguna y previsible hasta decir basta. Se trata de una película para el público infantil. No queda nada aquí de ese humor para adultos que solían introducir en otras películas suyas. Cómo se nota la mano de Disney.

La idea parte de un niño que quiere ser músico pero su familia no le deja. Luego la parte musical de Coco es importante. A pesar de esto no hay muchas canciones -para mí es un acierto no haber convertido la película en un musical-. Por desgracia ninguna es memorable. Como punto positivo hay que señalar el detalle a la hora de recrear cuando el niño toca la guitarra. La postura de los dedos es la correcta y se corresponde con lo que está sonando, y eso hay que valorarlo.

A pesar de que parece que Coco gira sobre el tema de la música, lo cual es una idea estupenda; en realidad es una excusa mamporrera para introducir un mensaje en mi opinión muy conservador sobre la familia. Una pena. Y una vez más vemos planear la mano de Disney detrás de este tipo de decisiones.

Coco es una de las mejores películas que he visto en cuanto a la calidad de la animación. El Oscar se lo lleva fijo. Pero más allá de eso no pasa de ser una película que ponerle a tus hijos pequeños para tenerlos entretenidos durante un par de horas.

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