Away, una serie a la medida de Hilary Swank
Este mes de septiembre Netflix estrenó Away, una serie protagonizada por Hilary Swank, ganadora de dos premios Oscar -no me preguntéis por qué-. Se trata de un drama de ciencia ficción en el que una tripulación emprende el primer viaje espacial para colonizar Marte, para lo cual tienen que dejar atrás sus vidas y a sus familias sin saber si volverán a verlos.
La premisa de Away no es demasiado original, pero contiene los elementos básicos de la ciencia ficción blanda que hace al género tan interesante. A saber, que los elementos fantásticos no son más que una excusa para hablar siempre de cuestiones más profundas, de sentimientos y reflexiones muy humanas.
En esta ocasión el tema no es viajar a Marte, sino qué supone la dedicación exclusiva a un proyecto tanto para sus protagonistas como para sus familias. Cómo sobrellevar el hecho de que quizá no haya vuelta atrás y no los vayas a volver a ver nunca. Este tipo de actos altruistas -por el bien de la Humanidad-, se suele ver desde el punto de vista de los héroes y heroínas, pero rara vez se pone el foco en la vida que se deja atrás, las familias y amigos que se quedan esperando.
Da la casualidad que recientemente también he visto el documental de Netflix sobre la tragedia del Challenger El Último Vuelo del Challenger (2020), que precisamente también nos muestra el punto de vista de las familias, ya ocurrido el desastre, lo que de alguna manera me hace simpatizar más con la serie de Hilary Swank.
Así que lo que aporta Away es precisamente eso, con la excusa del viaje a Marte pretende reflexionar sobre la familia y el deber, sobre la soledad y el miedo a perder a quienes más quieres y no verlos nunca más.
Por desgracia, y aquí viene lo malo, Away se convierte por momentos en un dramón sensiblero donde las motivaciones de los protagonistas tienen poca justificación. Algunas de las relaciones entre los personajes, tanto en la Tierra como en el espacio, carecen de mucho sentido, o por lo menos del suficiente desarrollo dramático para que resulten creíbles llegado el momento.
Y eso que estamos hablando de unas diez horas de metraje. Vamos, que se supone que debe dar tiempo de sobra para realizar un buen desarrollo de personajes. Pero no. Intentan perfilar el pasado de los protagonistas por medio de flashbacks, en la línea de Perdidos (Lost, 2004), pero solo consiguen hacer el relato más lento sin llegar a profundizar de verdad en los personajes.
Away también carece de verosimilitud. Ninguna agencia espacial habría mandado a ese grupo de personas a una misión tan difícil y larga como la de colonizar Marte, por motivos sanitarios, psicológicos o físicos. Todo consiste en gente estúpida tomando decisiones estúpidas, nada serias ni profesionales como cabría esperar de un grupo de élite.
Por lo menos Away sí que nos deja algunas escenas de acción en el espacio que aportan a la serie algo de dinamismo y tensión. En general están bien realizadas y rodadas con buen pulso, por lo que consiguen transmitir bien la tensión del momento al espectador.
Hilary Swank nunca me ha gustado como actriz -no entiendo sus dos Oscars-, y en Away tampoco es que haga una interpretación destacable a pesar de que la serie está hecha a su medida para que ella sobresalga. Lo mismo me ocurre con el resto del reparto. No consigo empatizar con personajes tan forzados y melodramáticos, y por lo tanto sus interpretaciones me parecen igual de forzadas. Solo destacaría el papel de la doctora Lu Wang interpretada por Vivian Wu, que quizá sea el personaje más interesante de todos.
Aunque Away cae a menudo en el melodrama y tiene todos los problemas que he mencionado, en general no resulta tan fallida como pudiera parecer. Se cuece a fuego lento y se deja ver con cierto interés para saber qué le ocurrirá a esta tripulación en su viaje a Marte. Los momentos de thriller en torno a las vicisitudes que les ocurren en el espacio y cómo se viven estas en la Tierra con siguen de alguna manera salvar a la serie y hacer que no perdamos el interés.
- No es muy verosímil, incluso aceptando la presmisa