Ad Astra divide a la crítica y al público
Esta semana se ha estrenado la esperada nueva película del director James Gray protagonizada por Brad Pitt titulada Ad Astra. Gray es un director que ha realizado algunas cintas interesantes, como Two Lovers (2008) o más recientemente Z. La ciudad perdida (2016) –aquí podéis leer la crítica de la misma-. Por su parte Pitt está haciendo doblete en las carteleras, porque aún podemos ver en los cines la película de Tarantino Érase Una Vez… en Hollywood –de la que ya hablé en este blog hace unos días-.
Ad Astra ha dividido al la crítica y al público. Por un lado venía precedida de excelentes y casi unánimes críticas profesionales. Pero por otro, una vez estrenada en las salas, solo hay que echar un vistazo a las principales páginas sobre cine -donde los usuarios participan con sus propias valoraciones- para darse cuenta de que al público en general no le está gustando.
Y es que la película de Gray va más en la línea de la estupenda Solaris (2002) de Steven Soderbergh que de la típica película de acción espacial. Con Solaris ocurrió en su día que mucha gente fue a verla por estar protagonizada por George Clooney, y lo que se encontró fue con una trama intimista que iba más sobre sentimientos que sobre una aventura en el espacio -al igual que la Solaris de Andrei Tarkovsky de 1972-.
Ad Astra es más bien un relato íntimo del propio protagonista consigo mismo -demasiada voz en off-. Toda la parafernalia exterior no es más que el vehículo, a veces literalmente, para que el astronauta Roy McBride recorra su propio viaje interior. Hasta ahí todo perfecto. De hecho a priori es el tipo de película que nos podría encantar a algunos.
El gran problema de la película es que el guion, firmado por el propio James Gray y por Ethan Gross, es tan ridículo como pretencioso. A partes iguales. La idea principal es tan naif y está tan vista que sonroja. Pero además carece de la más mínima verosimilitud. Muchas de las escenas son absurdas, por no hablar de algunas que son completamente innecesarias. Además, en general, resulta del todo previsible. Por no hablar de los diálogos, que son lamentables.
Ad Astra tiene una duración de dos horas, pero para que fuera mínimamente coherente necesitaría contar con una extensión de por lo menos el doble. Las secuencias se suceden de manera demasiado episódica y algunos personajes que aparecen y son determinantes resultan planos y superficiales, de forma que es imposible empatizar con sus motivaciones. Para un viaje como el que realiza McBride, tan largo físicamente y tan profundo emocionalmente, hubiera hecho falta una película de mayor duración que lo hubiera desarrollado adecuadamente, sin atajos.
Por supuesto la película cuenta con los típicos disparates científicos que hacen que muchas escenas resulten del todo increíbles, a las que el espectador asiste atónito.
A pesar de todos estos problemas -insisto en que el principal es el guion-, he de señalar que el trabajo en la dirección de Gray es aceptable y la cinta se desarrolla a un buen ritmo que no llega a aburrir nunca.
Por su parte la interpretación de Brad Pitt es más bien normalita -nada que ver con cómo destacaba en la película de Tarantino-. El rol del astronauta Roy McBride es muy contenido y apocado, y no da para que ningún actor haga una interpretación de Oscar.
Además, contamos en Ad Astra con papeles secundarios, que más bien son meros cameos, interpretados por Tommy Lee Jones, Donald Sutherland y Liv Tyler. A cual más insustancial, innecesario y ridículo.
En definitiva, no puedo entender las excelentes críticas que precedían a Ad Astra antes de estrenarse en los cines, y sí comparto el sentimiento general del público de que se trata de una tomadura de pelo. Una pena.
Para terminar voy a mencionar algunos disparates de la película. Expande la sección de spoilers solo si la has visto.
OJO: a partir de aquí SPOILERS. (Pincha para desplegar)
- La idea principal de Ad Astra es la de matar al padre -literalmente- para madurar y seguir tu vida. El problema es que no llegamos a profundizar tanto en los traumas del astronauta como para que nos importe.
- El padre se ha ido hasta Neptuno para buscar vida inteligente en el cosmos. La idea de que desde Neptuno se pueda encontrar mejor signos de vida en el Universo que desde la Tierra me parece ridícula.
- Por supuesto el padre se ha vuelto loco de la forma más absurda -todo un cliché espacial- y ha matado a toda su tripulación.
- La nave del padre, insignificante con respecto al tamaño del Sistema Solar, emite un pulso electromagnético desde Neptuno capaz de acabar con la vida en la Tierra. Muy científico.
- La película es completamente previsible porque sabemos desde el principio que el padre está vivo y que el hijo llegará de una manera u otra a encontrarse con él en Neptuno.
- Mandan a Roy McBride a enviarle un mensaje de voz a su padre desde Marte. En este futuro tienen la técnica para llegar a Neptuno, pero no para mandar un audio desde la Tierra a Marte y tienen que ir Roy en persona.
- Para llegar a Marte tiene que hacer escala en la Luna, que parece que es lo habitual. Entre la base y la plataforma de lanzamiento hay un tramo sin seguridad ninguna a pesar de que está acechado por terroristas. ¿Cómo es posible que algo así carezca de seguridad y montarse en el transporte pueda ser cosa de vida o muerte cada vez? Por supuesto, el convoy es asaltado en una persecución a lo Fast & Furious por la Luna, como si hubiese la misma gravedad que en la Tierra, y mueren todos menos Bard Pitt y Donald Sutherland. Sin comentarios.
- Sutherland, acompaña a Pitt aunque no pinta casi nada en la trama. El incidente le cuesta un infarto y sabemos que lo llegan a operar. Pero nunca más se supo del destino del personaje, si vive o muere. Da igual, era solo una personaje sin fuste como excusa para meter un cameo de Donald Sutherland.
- La escena más absurda de toda la película -que ya es decir-: de camino a Marte reciben una llamada de socorro de otra nave y tienen que ir a atenderla -como si esto fuera Alien, el Octavo Pasajero-. Al espacio para socorrer la nave van el capitán y Roy. Roy es solo un pasajero, pero tiene que ir él, no alguien de la tripulación, porque si no sale Brad Pitt en cada plano no hay película. Del ataque de los monos espaciales ni voy a hablar porque, sinceramente, no sé ni qué decir. Toda esta secuencia carece de importancia alguna para el desarrollo de la película, si no estuviese no habría cambiado nada.
- Una vez en Marte Roy graba su mensaje en una cámara anecoica superchula pero con un micrófono de los años 70. Aunque se ve que no les queda espacio en el disco duro, porque cada vez tiene que grabar uno nuevo, no vale con reenviar el mismo.
- Cuando descubre que su padre ha respondido quiere participar en la misión, pero lo apartan por no considerarlo psicológicamente estable. Entonces aparece Helen (Ruth Negga) que, en un deus ex machina en toda regla, va y lo cuela en la nave que va a Neptuno saltándose todas las normas. Así, porque sí.
- Helen deja a Roy a cierta distancia del cohete. Roy llega hasta él moviéndose por Marte como Pedro por su casa, porque todos sabemos que la gravedad en Marte es la misma que la de la Tierra -es ironía-. Consigue colarse en el cohete escalando por dentro de los propulsores justo cuando está a punto de despegar. ¿Qué seguridad tiene ese cohete para que alguien pueda acceder así de fácil? ¿No habría muerto por el intenso calor? Bah, detalles sin importancia.
- Por cierto, con la gravedad de Marte que es un tercio de la de la Tierra y sin atmósfera que lo frene, ¿necesita un cohete tanta propulsión para despegar en Marte? Porque en la película parece que lo hace desde Cabo Cañaveral.
- Una vez dentro acaba provocando la muerte de los tres tripulantes de la forma más patética. Es más culpa de ellos que del propio Roy. Hoy en día le dan el carné de tripulante interestelar a cualquiera. Aún así al final de la película se ve a Roy tomando un café tranquilamente. Haber violado todas las leyes y provocar la muerte de tres personas no tiene consecuencias.
- Cuando llega a Neptuno se encuentra con su padre que es un cabronazo, pero este al final decide suicidarse, porque sí y de la forma más tonta. Roy regresa a su nave atravesando el anillo de asteroides de Neptuno con la única protección de una plancha metálica. Por supuesto debería haber muerto, pero si no, como mínimo, los asteroides deberían haber frenado su inercia y haberlo parado.
- Una vez en la nave estalla la bomba que dejó en la nave de su padre con una explosión espectacular. Recordemos que los asteroides están entre las dos naves, ¿no habrían funcionado como metralla destrozando la nave donde va Roy? Pues no, se ve que no.
- Al final Roy se toma un café en la Tierra y aparece Liv Tyler en la puerta con cara de panoli y sin decir nada -como en toda la película-. Se ve que triunfa el amor o algo así. Yo qué sé ya.
Espero que haya una precuela, porque estoy deseando saber cómo ha pasado lo de los monos espaciales.
- Carece de rigor científico
Buen día, leyendo tu reseña, realmente no me dan ganas de ehcarle un ojo a la película y por ende decidí leer los spoilers y en verdad que la cinta esta medio fuera de lugar, aunque no estaba en mi idea verla, pero ahora creo que se esfuma toda posibilidad de intentar verla, saludos
Gracias, ¡un saludo!
Veo que tu opinión no coincide totalmente con la del resto (la mayoría la dejan por las nubes o más arriba), personalmente aún no la he visto y ya te digo que haré lo posible, aunque me lleve una decepción, por verla, ya sea en pantalla grande o cuando aparezca en alguna plataforma ya que, me llama y mucho la atención su argumento y sí, no lo esconderé Brad Pitt.
Buena crítica. Nos vamos leyendo!
HemosVisto!
Estupendo, a ver qué te parece cuando la veas. ¡Un saludo!