La Serpiente, true crime dramatizado de calidad
El pasado 2 de abril se estrenó en Netflix una de su apuestas más fuertes del momento. Se trata de la miniserie La Serpiente, un thriller basado en hechos reales sobre una serie de crímenes cometidos en los años 70. En este sentido se enmarca en el género de true crime dramatizado tan de moda ahora en las plataformas de vídeo bajo demanda.
La Serpiente nos narra las peripecias de Charles Sobhraj (Tahar Rahim) y su novia Marie-Andrée Leclerc (Jenna Coleman) por Asia a mediados de los años 70 del siglo pasado cometiendo múltiples asesinatos. La pareja se centraba en lugares frecuentados por viajeros hippies a los que engañaban, drogaban y asesinaban con el fin último de robarles.
Como thriller, La Serpiente funciona muy bien desde el primer momento. El ritmo y la tensión narrativa se mantiene en todo momento, a pesar de que el relato se va construyendo a fuego lento. Y aunque la historia es, en cierta manera, predecible al estar basada en hechos reales; siempre te queda la duda de qué pasará después y hay ganas de ver el siguiente episodio.
Aún así, la serie puede resultar -y de hecho lo hace- un tanto confusa. La narración dista mucho de ser lineal y está plagada de continuos saltos temporales hacia adelante y hacia atrás. Hay que prestar mucha atención para no perderse y saber en qué año estamos, y si lo que se nos muestra en ese momento es anterior o posterior a la línea temporal principal.
Esto sin duda es una apuesta narrativa arriesgada que puede desconcertar y exasperar a buena parte del público. Sin embargo, en mi opinión está bien ejecutada y, a la postre, resulta ser un acierto. Consigue dotar a la historia un dinamismo que quizá no tendría de otra forma si se relatase de manera completamente lineal.
La ambientación y la fotografía de La Serpiente son estupendas. En todo momento resulta creíble que estamos en los años 70, tanto por la escenografía y vestuario, como por la paleta de colores de la fotografía.
Por otro lado, La Serpiente no cuenta con interpretaciones destacables. Tahar Rahim como Charles no acaba de convencerme. Sin conocer al personaje real, me da la sensación de que se esfuerza demasiado en parecerse a la imagen que hay de él por registros fotográficos y, en menor medida, videográficos. Al final queda un tanto forzado e impostado.
Jenna Coleman hace un buen trabajo aunque sin sobresalir. Quizá el mejor sea Billy Howle como el diplomático Herman Knippenberg, aunque también lo veo bastante sobre actuado en algunas escenas.
La Serpiente es una muy buena producción bien ejecutada y con una narración que no decae a pesar de sus continuos flashbacks y flashforwards. Sin duda hará las delicias de los fans del género true crime.
- La ambientación