Los Asesinatos del Valhalla, la copia de la copia

El pasado 13 de marzo Netflix estrenó Los Asesinatos del Valhalla, una serie islandesa que es un thriller policíaco donde se investiga unos asesinatos en serie. O dicho de otra forma, el título lo dice todo.

Se trata de una producción que sigue la estela de otras nórdicas y que quizá tenga su referente más claro en la serie de películas Millennium, basada en los libros del sueco Stieg Larsson. Aunque también nos recuerda a Los Casos del Departamento Q o a la serie El Puente (Bron).

Todas estas producciones nórdicas tienen en común una estética fría y oscura, a la vez que una trama que suele degenerar en cuestiones bastante siniestras de abusos sexuales, violencia machista y/o ultraderechismo político. Lo cual siempre me ha llevado a preguntarme qué tipo de sociedades son en realidad estas o, en cualquier caso, qué imagen tienen de sí mismas.

Los Asesinatos del Valhalla no es una excepción en algunos de estos aspectos -no especifico más para no desvelar nada-, así que estamos ante un producto bastante típico a priori. La cuestión entonces es: ¿resulta lo suficientemente novedoso o contiene elementos destacables para resultar interesante?

La respuesta, por desgracia, es no. Los Asesinatos del Valhalla es una sucesión de clichés uno tras otro. Es una realización rutinaria sin el más mínimo atisbo de originalidad y, en última instancia, sin interés. Todas las situaciones son previsibles, incluidos los giros.

Del mismo modo los personajes son estereotipos más que trillados, como el informático friki que sabe hacer de todo pero que se expresa con un lenguaje ininteligible para el resto del mundo. La única que medio se salva es la protagonista Kata (Nína Dögg Filippusdóttir), que es el más interesante y con una interpretación más sólida. Por desgracia, enseguida se derrumba con toda la serie y se convierte en un cliché más del conjunto.

Para quienes gustamos de este tipo de thrillers policíacos, de misterio y oscuros, Los Asesinatos del Valhalla solo puede suponer una decepción. Una producción que está muy lejos de la calidad de otras similares que, al contrario que esta, sí supieron dotar de personalidad a sus personajes y de profundidad a sus tramas, sin caer en ser la copia de la copia de la copia.