Comenzamos con Irrational Man, que se estrena en España este 25 de septiembre. Como cada otoño no puede faltar la cita ineludible con Woody Allen. Yo no me la pierdo, pero tampoco puedo obviar que el genio de Brooklyn hace un lustro que no presenta una película medio decente. Según la crítica parece que Irrational Man es, una vez más, un refrito de ideas ya vistas, pero peor ejecutadas. Aún así los fans no podemos faltar.
Otro director que vuelve después de seis años es Alejandro Amenábar con Regresión, un thriller protagonizado por Ethan Hawke y Emma Watson. Su última película hasta la fecha, Ágora, me pareció muy floja, pero por todo su trabajo anterior sin duda que Amenábar es uno de los mejores directores de este país. De momento se ha estrenado en el festival de San Sebastian con una acogida bastante tibia.
En el apartado de cine independiente del mundo podemos encontrar varias propuestas muy interesantes.
De Chile nos llega El Club, de Pablo Larraín. Un drama con pinta de ser muy chungo y que comparan con obras de Pasolini o Haneke. La crítica la pone por las nubes y en el festival de Berlín se llevó el gran premio del jurado. A tener muy en cuenta.
Life Feels Good es un drama polaco sobre discapacidad de 2013 que nos llega ahora a España; tiene delito. Buenas críticas para lo que parece una película bien llevada que no cae en el melodrama. Si queréis escapar de Hollywood este otoño quizá este sea el camino.
El Hijo de Saúl quizá sea a priori la película europea más interesante de esta temporada. Rodada en Hungría y dirigida por László Nemes se llevó el premio del jurado en Cannes. Los críticos se han rendido a ella, salvo Carlos Boyero, que la odia. Así que solo puede ser muy buena.
El cine inglés viene con dos propuestas de lo más interesantes.
La primera Grandma, una comedia dramática y road movie escrita y dirigida por Paul Weitz. Viene avalada por muy buenas críticas, que destacan sobre todo la interpretación de Lily Tomlin. Es de esas que me transmiten buenas sensaciones.
La otra cinta a la que me refiero nos llegará ya entrado diciembre, y se trata de Las Sufragistas. El cine inglés de época, histórico y político se suele debatir en la fina línea de tedio anodino y la genialidad. En este caso todo apunta a tenderá más hacia el lado de las grandes películas. A tener en cuenta el elenco encabezado por Carey Mulligan -que dicen que hace una gran interpretación-, y acompañada por Meryl Streep y Helena Bonham Carter.
Pero volvamos a Hollywood, que en fechas navideñas siempre viene cargadito. Terminamos el decálogo con tres películas en el lado más comercial de la vida. Por fin -ufff- termina la saga de Los juegos del hambre con Sinsajo (Parte 2). La primera parte fue un rollo malo. Espero que la razón fuera que se reservaban toda la espectacularidad para esta segunda parte de la tercera parte. En cualquier caso, si habéis seguido la serie y habéis llegado hasta aquí -como un servidor-, hay que verla. De perdidos al río.
Steven Spielberg vuelve con El Puente de los Espías, protagonizada por Tom Hanks -cómo no-. A mí este director siempre me genera sentimientos encontrados. Por una parte a priori todas sus películas me dan desconfianza por comerciales o ñoñas; pero cuando las veo en la mayoría de los casos acaba convenciéndome, y es que el tío es bueno. Esto es así. En este caso el guión lo firman los hermanos Coen, más razón para verla.
Y por supuesto la joya de la corona de las películas de lo que queda de año no puede ser otra que La guerra de las galaxias. Episodio VII: El despertar de la Fuerza. Teniendo en cuenta el desastre previo de los episodios I, II y III y que J.J. Abrams –Perdidos, Star Trek– no es precisamente un gran director -salvo por la correcta Super 8– yo no espero absolutamente nada de ella. Pero iré a verla igual.
En resumen, después de la sequía veraniega nos viene un otoño cargadito de estrenos interesantes para todo tipo de públicos. ¿Cuáles piensas ir a ver tú?
