The Mist (La Niebla) de Netflix es una penosa adaptación de Stephen King
En Originales de Netflix este verano ha llegado The Mist (La Niebla), la enésima adaptación de un libro de Stephen King -y ya van varias como La Torre Oscura e IT-. The Mist se trata de una serie basada en la premisa del la novela original, a saber: una misteriosa niebla llega a un pueblo, en la que se esconden horrores inimaginables y quien se interna en ella no regresa.
Eso sí, está muy libremente basada, algo parecido a lo que ha ocurrido con la adaptación al cine de La Torre Oscura del mismo autor. Con esto quiero decir que, más allá de la premisa, nada tiene que ver con el libro de King. Por otra parte algo lógico, porque si la novela ya era de por sí casi un relato corto, para estirarla y convertirla en una serie, de presumiblemente varias temporadas, había que reinvertarla desde cero sí o sí.
Por desgracia a los creadores de The Mist les ha ocurrido como a todos los que se salen de la literalidad de la obra del autor: ellos no son Stephen King, y eso se nota. Los resultados son los de esperar, un desastre. Eso ha ocurrido anteriormente con La Torre Oscura o con la adaptación también para televisión de La Cúpula (2013).
De hecho The Mist recuerda bastante a La Cúpula. Esta serie empezó muy bien en su primera temporada porque trasladaba un buen libro de King a la pantalla de forma bastante fiel. Pero claro, los libros tienen una extensión limitada, se acaban; mientras que las series se extienden a lo largo de varias temporadas.
Los responsables de La Cúpula en vez de adaptar el libro más o menos tal cual y cerrar la historia en un par de temporadas, prefirieron estilar la historia inventándose todo tipo de disparates que no tenían que ver con la novela original. El resultado fue un bajón en la calidad y la subsiguiente cancelación de la serie tras la tercera temporada.
La diferencia entre The Mist y La Cúpula es que esta última al menos en la primera temporada era algo fiel al libro, mientras que en The Mist es todo nuevo desde el minuto cero. O lo que es lo mismo: el desastre abarca de principio a fin de la serie.
Decir que The Mist es mala es quedarse corto. Personajes planos, historias sin sentido y actores mediocres contribuyen a una trama que no tiene el más mínimo interés. Hay que esforzarse mucho para mantener la concentración y seguir el hilo.
Por no hablar de los efectos especiales cutres hasta decir basta. La niebla está creada casi en su totalidad por CGI. Y se nota. Mucho. Todo da la impresión de haber estado hecho no solo sin mucho presupuesto, sino también sin ganas ni fe en el proyecto.
Además The Mist, como serie, es innecesaria. Si os interesa el relato de Stephen King ya tenéis la película La Niebla (2007) de Frank Darabont -el que también adaptó magistralmente el relato de King Rita Hayworth y la redención de Shawshank en la estupenda película Cadena Perpetua (1994)-. No es una maravilla, pero es una película más que correcta que se dejar ver muy bien y en especial la disfrutarán los amantes del género y de King.
Netflix nos da una de cal y otra de arena. Lo mismo te ofrece joyas como Narcos u Ozark, que desastres como The Mist, la cual ya es una seria candidata a la categoría «próximas cancelaciones de Netflix«. Bueno, si la cancelan tampoco pasará nada.
No perdáis el tiempo con esta serie.
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