Esos son otros López

Tenet, la típica película de Christopher Nolan para lo bueno y lo malo

Tenet

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El estreno cinematográfico del verano ha sido, sin duda, Tenet. No solo por ser la última película de Christopher Nolan, con todo el revuelo que lleva siempre consigo cada nueva propuesta suya. Sino porque, de alguna manera, es la película que se ha alzado con la bandera de ser la que devuelva al público a las salas de cine. Aunque hace semanas que está habiendo estrenos en las salas, es ahora con Tenet cuando se da el pistoletazo oficial para volver al cine -siempre y cuando las cuestiones sanitarias de verdad lo permitan, pero eso es otra cuestión que se escapa al objetivo de este blog-.

Tenet es una propuesta pretenciosa y excesiva, como no podría ser de otra manera viniendo de quien viene. Llega un momento en el que uno no sabe si de verdad a Nolan le gusta hacer este tipo de cine -por ejemplo, le vimos hacer algo muy diferente y mejor en Dunkerque-; o sencillamente es que la industria y el público esperan de él que cada vez vuelva a rizar el rizo con doble tirabuzón y se ve presionado para no defraudar.

No voy a entrar a comentar el argumento de Tenet para no hacer spoilers, pero también porque quizá no importe lo más mínimo. Lo fundamental de la película de Nolan es la experiencia que tengas con ella al verla, y no si tiene sentido, es coherente o la trama de fondo aporta algo o tiene alguna originalidad. Que ya os digo yo que no a todo.

Tenet es un artificio que consta de dos partes básicas. En primer lugar una película de espionaje clásica que resulta bastante confusa y episódica debido a los continuos saltos temporales y espaciales y la cantidad de información que expone que no sabes si lleva a alguna parte. Todo bastante vulgar. Ni las abrumadoras escenas de acción consiguen que despegue el interés por la trama.

La segunda parte es la de los viajes temporales, y es la que le da el «toque Nolan» a la película. Es la parte que intenta que una trama tan barroca como insulsa nos resulte interesante a base de viajes atrás en el tiempo que recuerda mucho a los sueños dentro de sueños de Origen (2010), o a las estanterías dentro de estanterías de Interestellar (2014).

El problema es que una vez que ves por dónde van los tiros -guiño, guiño-, todo resulta bastante previsible. Durante la promoción de la película se ha insinuado que hay que verla más de una vez, la segunda para entenderla mejor. Pero la realidad es que pillas el truco no cuando lo ves en el momento, sino que lo ves venir incluso antes de que pasen las cosas. Algo que, por otro lado, encaja bien con la película.

No todo es negativo en Tenet. Me ha gustado el ritmo de la película, se nota el buen hacer de Nolan en este aspecto que ha ido de menos a más a lo largo de los años. A pesar de que la duración de la cinta alcanza las dos horas y medias, esta no se me ha hecho pesada. Además, el final, siendo anticlimático como tiene acostumbrados, no ha sido tan fallido como en otras ocasiones. Y sí, no me cabe duda de que habrá secuela.

La producción y los efectos especiales son tan espectaculares como abrumadores. Es lo que se espera de Nolan y de una superproducción de esta categoría. Sin embargo, resulta imposible no comparar ciertas secuencias con las de Origen, mucho más llamativas estas últimas, ya que en Tenet resultan ser más normalitas. Por otro lado la fotografía resulta poco llamativa, en el estilo frío y discreto al que nos tiene acostumbrados el director y que, por ejemplo, privó de oscuridad a la ciudad de Gotham en su trilogía sobre Batman.

El Protagonista -se llama así- de Tenet es John David Washington, al que conocemos por su papel principal en Infiltrado en el KKKlan de Spike Lee. En esta ocasión hace un trabajo correcto, pero no sobresaliente. En ese sentido está mucho mejor Kenneth Branagh en su rol de villano tan plano como estereotipado. Branagh nunca me ha hecho mucha gracia como actor, pero puede que este sea uno de los mejores papeles de su carrera.

Quien hace también un muy buen trabajo es Robert Pattinson. Este actor lleva tiempo queriendo distanciarse del papel que le dio la fama en la saga Crepúsculo encarnando otros roles más interesantes. Lo vimos en Maps to the Stars (2014) de David Cronenberg, y recientemente en El Faro (2019) realizando una interpretación estupenda. Aunque su prueba de fuego será cuando encarne el año que viene a Batman, un papel para el que la verdad es que no lo veo.

Por último, tenemos a Elizabeth Debicki en el papel de «la chica en apuros». La verdad es que el papel no puede ser más arquetípico: mujer en apuros cuya única prioridad es su hijo -al que casi ni vemos-, a la que tienen que salvar los caballerosos hombres de su cruel marido. Aunque llega el momento en el que el personaje toma algo de iniciativa, lo cierto es que nada salva el lamentable papel de la mujer en esta película.

Tenet es un sólido entretenimiento en cuanto a superproducción cinematográfica se refiere, y una endeble propuesta en cuanto a un guion que tenga algo de interés más allá de las escenas de acción y las paradojas temporales con más agujeros que un queso gruyer.

En definitiva, una película de Christopher Nolan que hará las delicias de los fans de este director, pero que resulta por completo prescindible para el resto de los mortales. Aún así, entretiene.

Tenet
5.8 Puntuación total
Pros
- Un buen ritmo que no decae
- Una superproducción espectacular
Contras
- Lo previsible que es
- La trama de espionaje es muy floja
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones
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