Una de las películas que se quedaron en el tintero de los Oscars, y también en el mío para hacerle la reseña, fue Straight Outta Compton. Se trata de un biopic de la banda de rap de los 80s NWA. Efectivamente, otra película más basada en hecho reales. Parece que en Hollywood la producción de películas se reduce a cosas basadas en la realidad y en los superhéroes de Marvel. La falta de creatividad es total.
Pero volviendo a la película, Straight Outta Compton no cuenta la historia del grupo que creó un nuevo estilo: el gangsta rap. Un rap con letra callejeras, basadas en la realidad que los negros vivían en sus barrios, sobre drogas, sexo y violencia. NWA debutó con un disco tremendo y explosivo que cambió el rap para siempre, del mismo título que la película: Straight Outta Compton. Incluyendo temazos como «Fuck tha police«, que han trascendido en el tiempo.
La historia de NWA nos la cuenta desde la vida y trayectoria de sus protagonistas. Figuras clave de la escena hip hop norteamericana como Dr. Dre, Eazy-E o Ice Cube. Desde sus duras vidas en el barrio, el ser víctimas del racimo y de la violencia policial; hasta el rápido ascenso a la fama y todas las ventajas, excesos y problemas que esta conlleva.
Todo eso, efectivamente, es lo que no cuenta Straight Outta Compton. Sí, pero la película no va de eso. La película va de la realización del sueño americano. De cómo si tienes talento y te lo curras puedes conseguir el éxito vengas de donde vengas. Esta falacia poco tiene que ver con los principios rebeldes de la banda. Y, en mi opinión, supone una traición al espíritu de NWA.
Straight Outta Compton es una película bastante autocomplaciente que no entra a profundizar en los conflictos y en las contradicciones de sus protagonistas. Al final resulta que Dr. Dre y Ice Cube, y hasta Eazy-E, prácticamente son unos santos. Mucho tiene que ver con que Dr. Dre y Ice Cube sean productores de la película. Por cierto que en mayo podemos ver en los cines a Ice Cube interpretando otra vez al detective James en «Infiltrados en Miami«, la secunda parte de «Vaya patrulla«. Sin comentarios.
Desde el punto de vista técnico Straight Outta Compton es más que correcta. El ritmo es muy bueno, el interés no decae y hay escenas de innegable fuerza. Los protagonistas que encarnan a los miembros de NWA lo clavan. Si conocéis al grupo casi parecen ellos mismos. La única pega es su excesiva duración. Le sobra media hora.
Sea como fuere en Estados Unidos fue un éxito de taquilla arrollador. Eso es indiscutible. Es lógico el interés de la sociedad norteamericana por uno de los grupos más controvertidos y míticos de su historia musical. Sin embargo a este lado del charco el interés es mucho más limitado para el gran público. Quizá solo sea una película para los más melómanos.
Os dejo Straight Outta Compton, el primer disco de NWA. No dejéis de escucharlo.
