El pasado mes de marzo se estrenó en HBO la miniserie La Conjura contra América. Se trata de una producción de David Simon, al que conocemos por ser también el creador de The Wire, una de las mejores series de la historia de la televisión. En esta ocasión el guion está basado en el libro del mismo nombre de 2004 del escritor estadounidense Philip Roth.
La premisa de la trama se basa en una historia alternativa de los Estados Unidos sobre qué habría ocurrido si el aviador filonazi Charles Lindbergh hubiera ganado las elecciones presidenciales de 1940. Todo lo vemos desde el punto de vista de una familia judía, tanto sus diversas opiniones políticas como la evolución de la situación de todos los personajes.
En realidad, se trata de una historia mil veces planteada antes y que hemos visto en múltiples películas a lo largo de los años. La reacción de los judíos ante el ascenso de Hitler al poder en Alemania, que pasa de la incredulidad a la desesperación pasando por la negación. También observamos cómo algunos líderes judíos colaboraban con los nazis -como ya señaló Hannah Arendt en su día-. La única diferencia en esta ocasión es que todo esto ocurre en los Estados Unidos de América, y no en la Alemania nazi.
En La Conjura contra América se va desarrollando una trama que va de mal en peor, pero que lo hace tan poco a poco, con pequeños avances muy sutiles, que sus protagonistas no acaban de darse cuenta de lo que está ocurriendo, o por lo menos de su verdadera envergadura, hasta que ya es demasiado tarde. Este ritmo pausado, donde la historia se va cociendo a fuego lento, le pega muy bien a David Simon, que sin duda se siente como pez en el agua narrando esta historia.
Desconozco cuáles fueron las intenciones de Philip Roth al escribir su libro en 2004, pero desde luego la orientación de la serie de la HBO es claramente establecer un paralelismo entre ese pasado alternativo y la actual situación política en EE.UU. con la administración Trump. Se trata de alertar de los peligros del fascismo que hay detrás del «America First» de Donald Trump, al que se hace referencia varias veces en la serie.
La misma actualidad tiene este discurso en otros lugares del mundo, como en el Brasil de Bolsonaro o, sin ir más lejos, en España con el auge del fascismo que se está produciendo con el partido de ultraderecha Vox. Ahora puede parecer cosa de cuatro señoritos y cuatro neonazis descerebrados, pero cuando empiecen a llegar a las instituciones de la mano del Partido Popular pronto podríamos vernos en una situación similar a la por la que pasan en La Conjura contra América.
En cuanto a las interpretaciones todas las actrices y actores hacen un muy bien trabajo. Destacaría a Morgan Spector como Herman Levin, y la participación de una redimida Winona Ryder que parece que ha vuelto para quedarse tras su exitosa participación en la serie Stranger Things. Y por supuesto la presencia de John Turturro eleva siempre la calidad general de la serie.
La Conjura contra América es una muy buena producción en el estilo al que nos tiene acostumbrados David Simon, que si bien no ha vuelvo a alcanzar las cotas a las que llegó con The Wire, sigue insistiendo en relatos crudos y críticos con la sociedad y la política norteamericana actual. Aunque en esta ocasión lo hace con una metáfora de política-ficción.
La Conjura contra América devuelve también a la HBO la calidad que últimamente estaba un tanto de capa caída en el canal de televisión. Sin duda es una serie muy recomendable y muy necesaria de ver en estos momentos para no acabar repitiendo los errores de la historia dándole alas al fascismo.
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