(Tranquilos, sin spoilers)
Si eres fan de la saga de La Guerra de la Galaxias sin duda vas a disfrutar Star Wars: El Despertar de la Fuerza. Yo lo hice. Incluso si no lo eres también te gustará. La película tiene ritmo, acción, humor y drama. Está bien hecha y bien dirigida. Ideal para pasar un buen rato, y luego…
Y luego…, luego la olvidarás. J.J. Abrams ha ido a lo seguro y ha apostado por darles a los fans lo que se supone, a priori, que es lo que esperan: más de lo mismo. Y bueno, sinceramente no creo que haya sido una decisión acertada. Hay unos límites donde los entrañables homenajes autoreferentes se convierten en autoplagios y en una completa falta de imaginación. El Despertar de la Fuerza los sobrepasa todos de lejos. Los fans desconcertados y Disney encantada.
Este concepto lastra el guión irremediablemente, pero lo que es peor: no se sostiene la propia coherencia interna de la saga -que nunca fue mucha, tampoco nos engañemos-. La resolución de las situaciones con prisas llevarán a la indignación hasta a los fans más incondicionales. Hacia el final de la película nada tiene sentido ni coherencia interna alguna. Las expectativas generadas en el planteamiento inicial se desmoronan. Todo es previsible y se desinfla cualquier interés.
Solo hay un momento en el que el guión se sale del esquema preestablecido, y es en un epílogo totalmente innecesario que solo sirve para que salgas del cine más defraudado aún. Terminar en todo lo alto es justo lo que sí deberían haber plagiado a la saga original y es justo lo que no hacen. Muy bien J.J.
En cuanto a los actores lo mejor de la película es el robot BB-8 –sí, un dibujo por ordenador-. Del resto solo Daisy Ridley está medio decente. Y el peor sin duda John Boyega, con una cara de «pasmao» todo el rato insufrible. Harrison Ford hace lo que puede pero le falta chispa, y Carrie Fisher relegada a un papel testimonial tampoco da para más.
Ni siquiera la música está a la altura. Que John Williams me perdone. Aquí no hay ningún tema musical nuevo como en las precuelas que ponga los pelos como escarpias. Da la impresión de una partitura hecha con desgana que se ha limitado a seguir jugando con las variaciones de los leitmotivs de siempre. En cualquier caso no destaca en absoluto. Y cuando la música falla en unas tramas tan cogidas por los pelos como las de La Guerra de las Galaxias es cuando más se le ven las costuras.
Bueno, al final parece que la he puesto bastante mal, y tampoco es eso. Es verdad que se me han quitado las ganas de ver el próximo episodio de la saga, pero también es cierto que pasé un buen rato en el cine. Y es que Star Wars: El Despertar de la Fuerza se mueve en un terreno peligroso entre justo lo que esperas y la intrascendencia de lo ya visto. En cualquier caso, como plan navideño es una buena opción.