Esos son otros López

Crazy Ex-Girlfriend, una original comedia musical

Crazy Ex-Girlfriend

Crazy Ex-Girlfriend

Crazy Ex-Girlfriend -traducida como «Exnovia Chiflada«- es una serie estadounidense del género comedia-musical -sí, musical- que se puede ver actualmente en Netflix. Forma parte del subgrupo tan de moda ahora de comedias creadas y protagonizadas por una o un cómico. De este tipo hemos podido ver hace poco ejemplos como Master Of None de Aziz Ansari, Love de Paul Rust o, la que reina sobre todas ellas, Girls de Lena Dunham.

En el caso de Crazy Ex-Girlfriend su creadora y protagonista es Rachel Bloom. Bloom es una comediante, escritora y cantante que ha conseguido cierta notoriedad interpretando canciones de parodia -de hecho tiene algún disco-, la más famosa de ellas quizá sea Fuck Me, Ray Bradbury. Es obvio que esta es la base en la que se funda la serie de la que hablamos.

El argumento de Crazy Ex-Girlfriend es, en principio, terrible. Rachel Bloom interpreta a Rebecca Bunch, una competente abogada de Nueva York que lo deja todo para irse a un pueblo de California para perseguir a un exnovio de la adolescencia. Su fijación obsesiva y su actos fuera de toda lógica encajan a la perfección en ese estereotipo machista de la exnovia desquiciada que acosa a su expareja.

Sin embargo Bloom se las arregla para darle la vuelta y por medio de la parodia transmitir un mensaje feminista. O por lo menos yo lo he entendido así, porque lo cierto es que en muchas ocasiones dicha parodia no está tan clara y en realidad camina en el filo del a navaja entre el machismo y el feminismo y uno no sabe de qué lado va a caer.

Crazy Ex-Girlfriend es divertida, pero sin duda lo mejor de la serie son los números musicales. Parece mentira que yo esté diciendo esto, pero es así. Es donde se nota a Rachel Bloom más en su salsa y donde la serie despega y marca la diferencia con cualquier otra. No siempre acierta de pleno, pero estos sketches por lo general suelen ser divertidos, con letras agudas e interpretaciones sorprendentes.

En ellos Bloom toma como recurso cualquier género musical o canciones famosas en las que basarse, según le convenga al tema que trata. Lo cual, a lo largo de las tres temporadas que hay emitidas en este momento, resulta en una gran cantidad de canciones de géneros muy diversos. Pensemos que suele haber un par de números musicales por capítulo, así que calculen ustedes.

El problema de Crazy Ex-Girlfriend es que va perdiendo fuelle según avanzan las temporadas. La primera es la mejor de todas, pero desde la mitad de la segunda empieza a caer en picado, y ya la tercera es directamente insufrible. La premisa argumental de la que parte toda la serie de agota muy pronto y el resto es un fracasado intento de encontrar un nuevo camino que dé juego.

Crazy Ex-Girlfriend ha renovado por una cuarta y última temporada, y eso es una buena noticia. Por un lado porque no tienen intención de alargar más lo que no da de sí -obviamente la productora ha pensado lo mismo-. Y por otro porque por lo menos no la van a dejar a medias cancelándola sin más y le van a dar un final. Quizá eso les dé la oportunidad de rematarla en condiciones e intentar terminar a la altura por lo menos de la primera temporada. Veremos.

Crazy Ex-Girlfriend
5.8 Puntuación total
Pros
- Los números musicales
Contras
- El argumento se agota muy pronto
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones
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