Hace algo más de un mes Netflix publicó la última entrega de su saga sobre superhéroes de Marvel: Iron Fist. Como sabéis el canal online comenzó con dos temporadas sobre Daredevil, a las que le siguieron una sobre Jessica Jones y otra sobre Luke Cage. Mientras que Daredevil y Jessica Jones eran excelentes, Luke Cage ya dio síntomas de flojear. Sin embargo nada vaticinaba el tremendo fiasco que es Iron Fist.
No soy un experto en los cómics originales de Marvel en los que están basados, así que mi criterio se ciñe exclusivamente a las series en sí. En ese sentido los héroes que formar el universo de Netflix tienen en común que son más mundanos que los que podemos ver en las películas -tales como Iron Man, Thor o Capitán América-.
Al contrario que estos, los héroes de las series de Netflix además de estar dotados con habilidades especiales, son personas comunes, con sus dudas y debilidades, y en general una tendencia a pasar desapercibidos. Todo esto está muy bien conseguido y los hace diferentes y, sin duda, más interesantes.
Hasta la llegada de Danny Rand, nuestro Iron Fist. El principal problema de la serie, aunque no el único, es que su protagonista -tanto el personaje como el actor- es insoportable. Se trata de un carácter infantil e incoherente, que lo mismo busca su Chi a través de la meditación que coge rabietas de niño pequeño.
Pero la incoherencia no acaba en él, sino que se extiende a todo el conjunto de tramas, subtramas y personajes principales y secundarios. Iron Fist es en general es un batiburrillo en el que no se sabe en ningún momento hacia dónde va. Y lo peor es que al final resulta que no va a ninguna parte.
Todo esto hace que los trece capítulos de la temporada se hagan interminables cuando comprendes que la cosa ya no va a remontar.
No me voy a extender en algo que no creo que merece más la pena. Si os gustan las series de Netflix sobre los superhéroes de Marvel y pensáis ver las siguientes -vienen The Defenders, The Punisher y otras temporadas de Daredevil, Jessica Jones y Luke Cage-, Iron Fist es un trámite que hay que pasar para no perder el hilo. Pero ya está.